Papa Francisco quiso despedirse de los 20.000 voluntarios de la Jornada Mundial de la Juventud antes de partir hacia Roma. En un multitudinario encuentro les dio las gracias por “el esfuerzo, la generosidad y la dedicación con la que habéis acompañado, ayudado y servido a los miles de jóvenes peregrinos”.
Antes de sus palabras, hubo momento para los testimonios de los responsables del voluntariado en la JMJ y de jóvenes de Polonia y Panamá, donde tendrá lugar la próxima celebración.
“Al entregaros por amor de Cristo, habéis experimentado lo hermoso que es comprometerse con una causa noble, y lo gratificante que es hacer, junto con tantos amigos y amigas, un camino fatigoso pero que paga el esfuerzo con la alegría y la dedicación con una riqueza nueva de conocimiento y de apertura a Jesús, al prójimo, a opciones de vida importantes”, comenzó Papa Francisco.
En ese momento, Papa Francisco dejó de leer, miró al arzobispo, le dio los papeles e improvisó en español. Lo primero que hizo fue agradecer: “agradecer las horas de oración que han hecho”. “La Jornada se amasó con mucho trabajo y mucha oración. Gracias a los que dedicaron tiempo a la oración, para poder llevar esto adelante. Gracias a los sacerdotes que los acompañaron. Gracias a las religiosas que les acompañaron, a los consagrados y gracias a ustedes que se metieron en esta aventura con la esperanza de llevar adelante”.
Acto seguido quiso armar un improvisado discurso con tres palabras: memoria, coraje y futuro. “El obispo les dijo un piropo, les dijo un cumplido. Ustedes son la esperanza del futuro. Es verdad, pero con dos condiciones. ¿Quieren ser esperanza para el futuro? Dos condiciones”, comenzó el Papa.
“No, no hay que pagar la entrada”, bromeó”. “La primera condición es la memoria, preguntarme de donde vengo. Memoria de mi pueblo, de mi familia, de toda mi historia. Memoria de un camino andado, de lo que recibí de mis mayores. Un joven desmemoriado no es esperanza para el futuro. ¿Está claro? ¿Cómo hago para tener memoria? Hablar con los mayores y sobre todo con los abuelos ¿Está claro? Si vos quieres ser esperanza del futuro tienes que recibir la antorcha de tu abuelo y de tu abuela. ¿Me prometen que para preparar Panamá van a hablar más con los abuelos? Pregúntenles, son la sabiduría del pueblo”.
“La segunda condición es tener coraje en el presente”, continuó Papa Francisco: “Ser valientes. No asustarse. Escuchamos el testimonio de despedida de este compañero a quien el cáncer le ganó, quería estar aquí y no llegó. Pero tuvo coraje de enfrentarse y seguir luchando aún en la peor de las condiciones. Ese joven no esta acá, pero sembró esperanza para el futuro. Para el presente: Coraje, Valentía. ¿Esta claro?”
Papa Francisco concluyó uniendo estos tres conceptos. “Si tienen memoria y coraje van a ser la esperanza del futuro” afirmó el Papa con la ayuda de los jóvenes: “¿Esta clarito todo? Yo no se si voy a estar en Panamá, pero puedo asegurarles una cosa: Pedro estará en Panamá y les preguntaría si hablaron con los abuelos, si tuvieron coraje y si sembraron esperanza para el futuro”.
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