El secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, declaró el pasado martes durante la presentación del Informe anual de Cáritas que “Son unas 200.000 personas menos atendidas en el ámbito español. Hay una estabilización a la baja. Hay más familias con ingresos que ya no nos necesitan, se ha reducido el desempleo. Pero la situación de las personas a las que no llega esta mejoría empeora mucho".
Cáritas Española atendió en el año 2015 a más de 4 millones de personas, unas 200.000 menos que el año anterior. Si bien, se ha intensificado la gravedad de las personas que siguen siendo acompañadas, según recoge la Memoria Anual de Cáritas Española.
“Nuestras cifras más valiosas son las personas que nos han confiado su vida, con las que juntos hemos creado nuevas oportunidades y esperanza”, afirmó el presidente de Cáritas Española, Rafael del Río.
Cáritas destinó más de 328,6 millones de euros en sus distintos programas sociales, un 7,5% más que en el año 2014, por las 70 Cáritas Diocesanas del país y muestra el compromiso de la lucha contra la pobreza y la desigualdad que se desarrolla a través de una red de más de 6.000 Cáritas Parroquiales repartidas por todo el país y que se ha visto consolidado en los últimos años, tanto en el volumen de recursos invertidos como en el apoyo de una base social cada vez más amplia.
El trabajo realizado por Cáritas española ha sido posible gracias a los casi 84.000 voluntarios que hicieron llegar la ayuda de la Iglesia a 4.053.743 personas, de ellas 1.974.358 dentro de España y otras 2.079.385 en los proyectos de cooperación internacional desarrollados en los cinco continentes.
Mons. Atilano Rodríguez, Obispo de Sigüenza-Guadalajara y responsable de Cáritas en la Comisión Episcopal de Pastoral Social, insistió en que especialmente en este Año de la Misericordia, “Cáritas quiere ser, de manera explícita, el cauce de la comunidad cristiana y de la sociedad para asumir gestos concretos y cotidianos destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu: nutrirlo, visitarlo, consolarlo y educarlo”.
Según explicaron durante la presentación, las condiciones de vida de las personas acompañadas por Cáritas siguen siendo de extrema vulnerabilidad y se han empeorado, aunque se está constatando una estabilización del proceso iniciado entre 2013 y 2014 relacionado con el número de hogares sin ingresos ha sufrido una disminución en la última parte de 2015 y primeros meses de 2016, situándose por primera vez desde el año 2013, por debajo de los 700.000 (693.000).
También se han reducido hasta el 8% los hogares con todos sus activos en paro, desde el 10% de partida que se registraba en 2014.
Sobre las condiciones de vida de las personas atendidas por Cáritas, su situación ha empeorado en el último año y se ha intensificado la gravedad de las situaciones de las familias y personas acompañadas.
Por esa razón, el secretario general de Cáritas insistió en que “no son tiempos para relajar la ayuda ni la inversión en ella, sino más bien todo lo contrario”, ya que a pesar de la leve mejora, “supondría condenar a muchas personas y familias a instalarse en la zona de exclusión social de una manera permanente”.
Por eso la acción de Cáritas para el Obispo responsable de Cáritas “no se agota en el acompañamiento a las personas empobrecidas, a proteger su dignidad y garantizar su pleno acceso a los derechos humanos, sino que, como nos recuerda el papa Francisco, la misericordia abarca también la tarea de denuncia de las estructuras de pecado vinculadas a un modelo falso de desarrollo, basado en la idolatría del dinero, como consecuencia del cual las personas y las sociedades más ricas se vuelven indiferentes al destino de los pobres, a quienes cierran sus puertas, negándose incluso a mirarlos”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 6 de junio de 2016
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