Mons. Zhu nació el 10 de diciembre de 1927 en el pueblo de Yang'ao, distrito de Yongjia. En 1939, cuando tenía doce años, ingresó al seminario menor de San Vicente, en la diócesis de Ningbo. Continuó su formación en los seminarios de Jiaxing, Fuzhou y Shanghai. Fue ordenado sacerdote el 6 de octubre de 1954 en la iglesia de Xujiahui en Shanghai.
En julio de 1955 comenzó a ejercer su ministerio sacerdotal en la parroquia de Qianku en Wenzhou. En esa época China se convirtió en la República Popular China bajo el mandato de Mao Tse tung y el Partido Comunista.
Unos meses después de iniciado su ministerio, el joven sacerdote fue detenido y condenado a 16 años de “reeducación mediante el trabajo”.
El entonces P. Zhu fue liberado en 1971. Sin embargo, fue arrestado varias veces y durante esos periodos ofreció a Dios toda la fatiga del trabajo forzoso "como ofrenda y sacrificio de suave perfume".
En 1982 las autoridades lo enviaron a prisión donde estuvo 6 años hasta 1988. Solo desde entonces, el sacerdote pudo ejercer su ministerio públicamente en las parroquias de Cangnan y Pingyang de Wenzhou y se dedicó a edificar a los fieles con su testimonio. También prestó sus atenciones a la congregación diocesana femenina de Santa Teresa del Niño Jesús.
En noviembre de 2007 fue nombrado Obispo de Wenzhou y recibió la ordenación episcopal 14 meses después, el 10 enero de 2009. No pudo tomar posesión de su diócesis sino hasta el 23 de diciembre de 2010.
“Desde entonces, a pesar de su avanzada edad, asumió su importante responsabilidad pastoral trabajando con gran pasión. Como obispo, se prodigó todo lo posible para salvaguardar los derechos e intereses de la Iglesia, ganándose una gran estima entre todos los fieles”, señala una nota publicada por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Su edad no impidió que desafiara los controles del gobierno, que arrestó obispos y clausuró algunos seminarios. En julio del año pasado, Mons. Zhu salió a protestar junto a 26 sacerdotes por la demolición de cruces e iglesias.
El funeral de Mons. Zhu se realizó el pasado 13 de septiembre. Lo sucede Mons. Pietro Shao Zhumin, Obispo Coadjutor de Wenzhou.
En la diócesis hay cerca de 140.000 católicos; unos 50 sacerdotes, en su mayoría jóvenes, y más de 100 religiosas activas en la asistencia a los enfermos, ancianos y las familias.
La Iglesia en China
China permite el culto católico únicamente a la Asociación Patriótica Católica China, subalterna del Partido Comunista de China, y rechaza la autoridad del Vaticano para nombrar obispos o gobernarlos. La Iglesia Católica fiel al Papa no es completamente clandestina; aunque es asediada constantemente.
Las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano se rompieron en 1951, dos años después de la llegada al poder de los comunistas que expulsaron a los clérigos extranjeros.
En diciembre de 2010, el nombramiento de un obispo legítimamente ordenado como Presidente de la asociación, durante una asamblea que sacerdotes y obispos fieles a Roma debieron atender a la fuerza, ha generado un distanciamiento entre el Vaticano y China.
Sin embargo, en más de una ocasión el Papa Francisco ha expresado su deseo de acercarse a China, como cuando durante su viaje a Corea del Sur en 2014 envió un telegrama saludando al Presidente del país asiático.
En el viaje de regreso a Roma el Santo Padre dijo: “¿Que si me gustaría ir a China? Por supuesto: ¡mañana! Sí. Respetamos al pueblo chino; la Iglesia pide únicamente libertad para su misión, para llevar a cabo su tarea; no hay más condiciones”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 21 de junio de 2016
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