Mons. Fernández explica en su carta pastoral las consecuencias negativas de “centrar todo en una sociedad de bienestar material”, entre las que destaca “la ideología subyacente que pretende marginar y eliminar a Dios” y el hecho de que la ideología de género haya “trastocado y destronado a la persona de su propia identidad”.
De esta manera, “se devalúa tanto la persona que se convierte en un puro objeto” para “los deseos de cada uno”. Según esta filosofía “el sexo ya no es un dato originario de la naturaleza, que el ser humano debe aceptar y llenar personalmente de sentido, sino un papel social del que se decide autónomamente, mientras que hasta ahora era la sociedad la que decidía. La falacia profunda de esta teoría y de la revolución antropológica que subyace en ella es evidente”.
Una ideología que “desnaturaliza y aparca a la familia” y que es “un camino de autodestrucción si se sigue animando y potenciando”.
Ante esta situación el Arzobispo de Pamplona anima a los cristianos a llevar a cabo “una mayor evangelización y un mayor testimonio” y recuerda que “la unidad europea no se puede construir sólo con la economía; Europa tiene necesidad de un alma, del alma cristiana”.
Por ello anima a quienes viven en el viejo continente a “no acomplejarse de seguir identificándose con lo que es. Descubrir sus propios orígenes y avivar sus raíces es un fruto de la sabiduría”.
“En la lucha por la familia está en juego el hombre mismo. Y se hace evidente que, cuando se niega a Dios, se disuelve la dignidad del hombre”. “Quien defiende a Dios, defiende al hombre”, subraya.
Puede leer la carta completa AQUÍ.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 16 de abril de 2015
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