(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- La protección de los civiles en Irak es un “deber imperativo y urgente”. Este es el llamado del papa Francisco en la audiencia del 29 de marzo, el día después de la masacre de civiles en la ciudad de Mosul debido a los bombardeos, y en presencia en la Plaza de San Pedro, de una delegación iraquí interreligosa.
“Tengo la alegría de saludar a la delegación de responsables iraquíes compuesta por representantes de diversos grupos religiosos, acompañados por el cardenal Tauran, presidente del Consejo pontificio para el diálogo interreligioso”, dijo el papa Francisco en italiano al término de la audiencia.
Y realizó un llamado en favor de la población civil acorralada en Mosul, entre el frente de los terroristas y el de la armada iraquí.
“Mi pensamiento va a la población civil atrapadas en los barrios occidentales de Mosul y a los desplazados por causa de la guerra, a los quales me siento unido en el sufrimiento, a través de la oración y la proximidad espiritual. Expreso un profundo dolor por las víctimas del sangriento conflicto y renuevo a todos el llamado a empeñar a sus fuerzas en la protección de los civiles, un deber imperativo y urgente”.
El Papa ha pedido un futuro de reconciliación en Irak: “La riqueza de la querida nación iraquí tiene en este mosaico que representa la unidad en la diversidad, la fuerza en la unión, la prosperidad en la harmonía.
Queridos hermanos, les animo a proseguir vuestro camino y los invito a rezar para que Irak encuentre en la reconciliación y en la armonía entre sus diversos componentes étnicos y religiosos, la paz, la unidad y la responsabilidad.
Desde el Vaticano, la agencia Fides, se ha hecho eco de esta situación: “Las masacres de civiles inocentes que están marcando las operaciones militares en curso para liberar Mosul de la ocupación de los yihadistas del Estado Islámico (Daesh) han causado “profundo dolor y consternación” entre la Iglesia caldea”.
Y precisa que en “un comunicado difundido por los canales oficiales del Patriarcado caldeo, se hace mención de al menos 500 víctimas inocentes caídas en los últimos días a causa de los combates, y se recuerda a todas las fuerzas militares que participan en la ofensiva por la liberación de Mosul que al menos respeten las normas y procedimientos reconocidos internacionalmente para reducir al mínimo la pérdida de vidas humanas en los conflictos”.
El mensaje, firmado por el patriarca caldeo Louis Raphael I Sako, termina invocando a Dios Todopoderoso para que “custodie Iraq y acelerar el retorno de la seguridad, la paz y la estabilidad”.
Este domingo 26 de marzo, el Ejército de Estados Unidos reconoció su responsabilidad en el ataque aéreo contra Mosul que el pasado 17 de marzo, en lugar de golpear posiciones yihadistas, causó la muerte de 150 civiles inocentes y de activistas de los derechos humanos, incluidas mujeres y niños”.
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