Según informó el 30 de marzo la Policía de Norfolk, al este de Reino Unido, arrestaron “a un joven en conexión con un incidente de incendio premeditado, que ocurrió esta semana”.
“El joven de 17 años, de la zona de Great Yarmouth, fue arrestado anoche, bajo sospecha de daño criminal”.
De acuerdo a las autoridades, el menor habría ingresado a la iglesia católica de St. Mary, en Regent Road, Great Yarmouth, la noche del martes 27 de marzo.
Al interior de la iglesia, el joven intentó comenzar un incendio y dejó una imagen del diablo.
“Dos pequeños fuegos fueron encontrados dentro de la iglesia aproximadamente a las 10:00 p.m. y fueron extinguidos rápidamente. Un poster mostrando al diablo también se dejó en la escena”, indicó la policía.
“El joven permanece bajo custodia para ser interrogado por las autoridades luego”.
En declaraciones recogidas en el sitio web de la Diócesis de East Anglia, el párroco de la iglesia de St. Mary, P. Anthony Nwankwo, dijo que quedó “impactado y entristecido cuando descubrí lo que había pasado. Cuando miré al altar y vi esta figura de algo satánico”.
“Mi pensamiento inmediato fue conseguir algo de agua bendita y usarla con oración para anular lo que la persona había hecho”.
El sacerdote aseguró que “es un claro ataque contra la Iglesia y nuestra religión que no es aceptable. Si a la gente no le gusta lo que hacemos aquí pueden simplemente mantenerse lejos”.
“Nuestra iglesia y santuario ha sido profanado”, dijo el sacerdote, que aseguró que “no cerraremos la iglesia pero para usar el altar y el santuario necesitamos realizar un servicio para reconsagrar el área”.
“Como parte de eso, también pediremos el perdón para la persona que hizo esto”, dijo el P. Nwankwo.
Por su parte, Mons. Alan Hopes, Obispo de East Anglia, a la cual pertenece la parroquia, dijo que “estoy muy entristecido por lo que ha ocurrido, especialmente en Semana Santa, que es la semana más importante en el año para la Iglesia”.
“Espero que no sea un crimen de odio, pero quien sea que hizo esto necesita saber que ya ha sido perdonado, porque eso es parte de quiénes somos como cristianos, pero rezamos para que esto no pase de nuevo”.
“Pase lo que pase, nuestras iglesias deberían permanecer abiertas, porque son lugares donde la gente puede encontrar santuario y la presencia de Dios, un lugar donde rezar y llevar sus preocupaciones a Dios”, expresó el obispo.
El agente de policía Lewis Gilmore aseguró que “estamos tratando esto muy seriamente, y está siendo investigado como un incidente de odio”.
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