¿Preparaste el altar? ¿Hiciste la comida? Cada 2 de noviembre los mexicanos celebramos el “Día de muertos”, una tradición prehispánica de nuestra patria que nos identifica en todo el mundo.
¿Pero conoces el sentido cristiano de esta celebración? El 1 de Noviembre al Iglesia conmemora el Día de Todos los Santos, mientras que el 2 de Noviembre se recuerda a los Fieles Difuntos.
Sed santos, como yo soy Santo
El Papa Juan Pablo II estaba convencido de que todos podíamos alcanzar la santidad, es por esto que durante su pontificado se beatificó un número récord de siervos de Dios, para enviar un mensaje al mundo de que la santidad no es para personas excepcionales.
Como reflejo de esta convicción de la Iglesia, el 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, para recordar a quienes dejaron conducir su vida por Dios y se convirtieron en modelos a seguir por los cristianos.
“Sed santos como yo soy Santo”, dice el Señor, y quienes siguieron su mandato son los festejados del 1º de noviembre.
De acuerdo con historiadores, las raíces del honor a los santos viene desde la Iglesia primitiva, cuando se honraba cada año la memoria de un mártir en el día en que éste fue asesinado. En esos tiempos el número fue tan grande que se llegó a la conclusión de que era mejor fijar un día para honrar su valentía por la fe, por lo que este fue el inicio del Día de Todos los Santos.
En casi toda Iberoamérica se conmemora con particular devoción esta fecha, y en la Madre Patria, España, hay casi tantas tradiciones que sería imposible nombrarlas todas. ¡Hay gran variedad! Pero en Benacazòn, Sevilla, se suele ir a echar los santos(tradición que manda salir con amigos a pasar un día al campo), pero antes del paseo, se manda visitar el cementerio y llevar flores a los familiares cuyos restos ahí reposan.
Permanecen por siempre
El 2 de noviembre es un día de recuerdo, a veces de dolor, para quienes tienen presente dentro de sí la memoria de los familiares o amigos que han partido.
El Día de los Fieles Difuntos es la fecha en que los fieles son llamados a rezar por quienes han partido de esta vida, y de manera especial por quienes están en purificación para encontrarse con la Misericordia de Dios, en el Purgatorio.
Podemos encontrar referencias del honor a los fieles fallecidos en los textos del Antiguo Testamento, sin embargo, también en la época de la Iglesia Primitiva, existió la díptica,en la que eran anotados los nombres de los hermanos fallecidos y por los cuales se pedía oración.
El día de los Fieles difuntos se celebra misas de Réquiem, que dentro de la Iglesia son las eucaristías dedicadas a los difuntos.
En nuestro país y algunas naciones mesoamericanas, se hizo una combinación de tradiciones prehispánicas con la conmemoración católica de las almas.
Esperanza de misericordia
El día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, son dos celebraciones que, unidas en fechas, pretenden enseñarnos una lección importante.
Todos, sin importar los pecados que hayamos cometido, tenemos esperanza en la misericordia de Dios, en su perdón. Y a todos Dios nos ha puesto al alcance la santidad, para recordar que sí es posible dejar conducir nuestra vida por Él.
El único mérito de los santos ha sido reconocer que en sus debilidades, el amor de Dios, actúa más que cualquier esfuerzo humano.
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