Una de las cuestiones que puede ser clave en las próximas elecciones al Parlamento Europeo es el tratamiento que los distintos partidos políticos dan en sus programas electorales al tema del aborto. El PSOE es consciente de ello, y no es descabellado pensar que ha optado por convertir esta cuestión en un caballo de batalla electoral. La legislación en materia de aborto es un asunto que compete a los Estados miembros de la Unión Europea, como se ha reconocido con el rechazo del “Informe Estrela”, que pretendía establecer un aberrante derecho europeo al aborto. Sin embargo el principal partido de la oposición ha optado por iniciar una cruzada en busca de la solidaridad y la cooperación de los socialistas europeos para luchar conjuntamente contra la reforma del Gobierno Rajoy en materia de aborto. Es legítimo que los grupos parlamentarios socialistas, ya sea en España, ya en el Parlamento europeo, defiendan sus tesis desde el respeto a las distintas legislaciones nacionales y a los mecanismos institucionales de la Unión Europea. Lo que no es de recibo es la mentira, el insulto y la desinformación que está promoviendo en esta materia.
El Partido Socialista podrá engañar a algunos todo el tiempo, y a otros en alguna ocasión. Pero no puede engañar a todos sus socios europeos a la vez. En vez de insultos y mamarrachadas, esperamos oír de este partido alguna propuesta constructiva para el bien común.
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