'Fue encuentro personal con Cristo y queremos que también otros lo tengan'


El director general de los Legionarios de Cristo, padre Eduardo Robles-Gil cuenta esta nueva fase que se abre. Primera parte


Roma, 12 de febrero de 2014 (Zenit.org) Antonio Gaspari, Luca Marcolivio, H. Sergio Mora | 0 hits


Los Legionarios de Cristo están viviendo un cambio histórico en sus setenta años de historia. Después de la elección del nuevo director, el padre Eduardo Robles-Gil. el 20 de enero pasado durante el capítulo general, y de la confirmación por parte del papa Francisco, el director tendrá la tarea de guiar una congregaón renovada, con nuevas constituciones y una carisma mejor definido, como pedido después de la visita apostólica puesta en marcha por Benedicto XVI.


Termina así un período en el que la congregación fue guiada por un delegado pontificio, el cardenal Velasio De Paolis. Un itinerario que ha durado cuatro años y sufrido por el escándalo pesado desvelado en el 2009, de la 'doble vida' del fundador, Marcial Maciel.


El carisma de la Legión del Regnum Christi, entretanto no se identifica con el fundador, y menos aún con sus acciones malvadas


La historia de los Legionarios de Cristo y del movimiento Regnum Christi es algo que va mucho más allá de sus sombras. Tantas son las luces y el futuro pone muchos desafíos difíciles pero al mismo tiempo estimulantes.


En entrevista con ZENIT, el padre Eduardo Robles-Gil ha contado su historia personal de vocación sacerdotal y como llevará el encargo apenas recibido.


¿Cómo ha nacido su vocación y esta misión? ¿Por qué decidió entrar en la Legión de Cristo?


--Padre Eduardo Robles: Podríamos decir que mi vocación realmente nació al mismo tiempo que mi vida consciente. Realicé mis estudios elementares en el 'Instituto Cumbre' toda mi vida, o sea que los primeros sacerdotes que conocí fueron los Legionarios de Cristo. Aunque tuve dos tíos sacerdotes, primos de mi mamá, un jesuita y un marista y aunque iba a misa y a confesarme con los dominicos en la parroquia, los padres con los que trataba eran los Legionarios de Cristo.


Después cursé en la universidad Anáhuac, también dirigida por los Legionarios de Cristo, y entré en el Movimiento Regnum Christi. O sea que siempre pensé en el sacerdocio en la Legión de Cristo, porque en este movimiento fue donde encontré a Cristo y descubrí su llamado.


En 1969 estaba empezando el último año del bachillerato y fue cuando inició el Regnum Christi de jóvenes en México. En la universidad, un amigo -que tiene un hermano suyo hoy legionario y también padre capitular - y que entró al movimiento me invitó a ser parte en 1972. Y en 1975 terminé la carrera de ingeniería y ese año me consagré a Dios como laico en el Regnum Cristi, dos años antes de entrar en la Legión.


¿Se esperaba poder ser elegido a este encargo que es una gran responsabilidad?


--Padre Eduardo Robles: La verdad es que no pensaba ser elegido, todos pensábamos en el padre Silvester porque lo ha hecho muy bien, sustituyendo este año al padre Álvaro. Sin embargo aquí supimos que el Papa nos pedía que eligiéramos superior general según las constituciones de 1994 que tienen un límite de edad y el padre y el padre Silvester no era elegible, él tiene 39 años y la edad mínima es 40.


Sí, llegué a pensarlo, porque saliendo de México me decían como broma 'que regrese como le pasa al papa cuando viene al Vaticano para el cónclave'. Ellos no saben si van a regresar. Y por esa broma que me hacían me pregunté ¿qué pasaría si me eligieran?


En la Legión he aprendido: 'Te seguiré Señor a donde quieras que vaya, te seguiré por donde quiera que me lleves'. Y me han tocado encargos o países donde hubiera preferido renunciar porque ya estaba trabajando contento,


En el fondo sabía que tenía que aceptar. Porque además lo dicen las Constituciones que temenos la obligación de la obediencia y el capítulo es la suprema autoridad del Instituto.


En esta nueva fase de la congregación ¿cómo se vivirá o revivirá el carisma de los Legionarios de Cristo, especialmente ahora que han renegado definitivamente de la figura del fundador? En particular ¿cómo vivirá usted este carisma en cuanto director general?


--Padre Eduardo Robles: Tenemos que darnos cuenta que el Evangelio de san Juan, nos dice claramente que no somos nosotros quienes lo hemos elegido a Él, sino que Él nos eligió a nosotros y nos envía para que demos fruto, que somos enviados de Dios Nuestro Señor.


La Iglesia, los discípulos, los apóstoles, los fundadores, todos los agentes de pastoral son enviados por Dios Nuestro Señor. El carisma en una congregación es una idea en la que te sientes identificado, llamado: y mi caso yo entré al movimiento, un movimiento de apostolado que busca de transformar la vida de las personas y de la sociedad a través de ese encuentro con Cristo vivo y dejando que sea Él ha realizar con cada persona un trabajo misionero.


Cuando recibes un carisma entiendes que Dios te encontró y tú respondiste a su llamada. Se puede siempre profundizar más porque es una realidad que no es simplemente una idea humana.


Hay una doctrina que es dogmática de la Iglesia que se aplica a los sacramentos: puede suceder que un sacerdote sea indigno, entretanto el sacramento que nos confiere es válido porque la gracia actúa 'ex opere operato'. Y de alguna manera Dios Nuestro Señor actúa con nosotros. Vamos a la historia de la Iglesia, ha habido papas que han sido indignos, y la Iglesia ha continuado a existir y cumplir su misón porque es obra de Dios. A nosotros los Legionarios así nos ha pasado


¿La obediencia cómo se armoniza con el carisma?


--Padre Roble: Sobre la obediencia, la Iglesia nos enseña hoy, como indica el magisterio del Concilio Vaticano II, y sucesivos, que es un discernimiento, en el que el superior y quien no lo es, buscan juntos la voluntad de Dios. Yo no me encuentro en la idea de una obediencia ciega: en la Legión hemos aprendido que esa viene motivada por la fe. En el diálogo confiado con el superior, quien está subordinado puede tener perplejidades y las puede exponer libremente, pero la obediencia no cambia: el modelo es Cristo en manos de su Padre que obedece: 'No se haga mi voluntad sino la Tuya'. Si no hay esto no hay verdaderamente obediencia. El discernimiento es hacer lo que hizo Jesucristo en Gestmaní. Es también importante entender que el superior no es un patrón, pero que también él debe buscar siempre la voluntad de Dios y actuar según las normas del derecho.


El Santo Padre. ¿se hizo presente con alguna indicación para la configuración del nuevo gobierno del Instituto? ¿Qué les ha pedido?


---Padre Eduardo Robles: El Santo Padre, lo único que nos pidió es que eligiéramos al director general y a dos consejeros generales. Además se reservó el nombramiento del vicario general y de un consejero. Indicó además que la elección realizada por el capítulo fuera confirmada por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada. Le hemos referido al Santo Padre la elección así como se realizó y él me confirmó como director general y a dos de los consejeros generales: padre Sylvester Heereman y padre Jesús Villagrasa. Él ha nombrado de acuerdo a lo que había indicado con el Delegado, al padre Juan José Arrieta como vicario general y al padre Juan Sabadell como consejero general. El 6 de febrero su excelencia Mons. José Rodriguez Carballo, secretario de la Congregación nos ha comunicado la confirmación de la elección de nombres de los consejeros elegidos por la Santa Sede. Noticia que hemos acogido en el aula con un gran aplauso.


(Sigue mañana 13 de febrero)


. En la misma carta que nos decía como debíamos proceder o sea según las constituciones del 94, él decía que se reservaba (confirmar) la elección del director general y de los consejeros y así lo hizo.


Tenemos un papa latinoamericano que conoce muy bien los dinamismos de la vida consagrada y religiosa. Y ha puesto el desafío de ir hacia las periferias. Cómo responderán a este desafío. ¿Qué tipo de evangelización harán? ¿Cómo responderán a su exhortación?


--Padre Eduardo Robles: Tenemos que distinguir bien cuáles son las indicaciones del Papa. En su exhortación apostólica él habla a toda la Iglesia en general. Y es una exhortación maravillosa porque, será y seguirá siendo anunciar a Cristo a todas las personas. Nuestro trabajo está mucho en la educación de personas, de las cuales muchas están bautizadas y no son practicantes. Son una periferia, es donde no ha llegado Jesucristo. También tenemos muchos colegios, en México hay 22 mil alumnos en colegios llamados Mano Amiga, en los que los estudiantes pagan muy poco. También allí hay periferia sociológica y también en algunas ocasiones pobreza espiritual. Allí también evangelizamos.


Tomamos muy enserio lo que dice el Papa porque es la razón de nuestra existencia. Porque nosotros hemos hecho un encuentro personal con Cristo y queremos que otras personas hagan este encuentro personal con Cristo. El Papa habla de la Iglesia que sale, la Iglesia que siente la fuerza de la misión. Eso es lo que nosotros quisiéramos, ponernos enteramente en la línea de la exhortación apostólica porque ese es nuestro carisma.


El jueves 6 de febrero hubo un comunicado en el que se habla del fundador. Y se toma con mucho coraje una posición sin medias tintas, sin sombras. ¿Esta toma de posición fue difícil o ya era una cosa madura que venía por sí. Significa un cambio, algo nuevo que nace?


--Padre Eduardo Robles: No se si ponerlo como una maduración porque era algo que ya estaba. Si ustedes analizan la carta de 2010 de los directores territoriales prácticamente el contenido respecto al fundador es el mismo, pero creímos necesario en el capítulo general debido a la etapa que hemos vivido, retomar las cosas y hablar claramente. La novedad del comunicado más de lo que se ha dicho del fundador es lo que ha venido de la visita apostólica y la dirección del delegado pontificio que nos ha llevado a ver algunas cosas que no hemos hecho totalmente bien, o que podrían ser mejoradas.


Hoy los Legionarios son casi mil sacerdotes, un movimiento que fue creciendo mucho. ¿Qué perspectivas tienen para el futuro?


--Padre Eduardo Robles: Nosotros somos quienes trabajamos la tierra, pero es Dios el que llama, y la verdad es que nos gustaría seguir creciendo en el número de sacerdotes, el número de obras apostólicas, pero al ritmo que Dios nos diga. Aunque es necesario también un poco de prudencia en el crecimiento, no el de las vocaciones porque esas nunca son suficientes, pero tal vez en la obras, en las que tuvimos un crecimiento muy rápido, hoy quizás debamos tener un crecimiento más lento.


La Legión de Cristo está acompañada por una realidad laical muy importante, como Regnum Christi. ¿Cómo espera que los laicos acompañen a la Legión en este cambio que se está viviendo.


--Padre Eduardo Robles: Aquí la pregunta no tiene una respuesta única, nosotros nos definimos como parte del movimiento Regnum Christi, somos una realidad compleja, rica con muchas vocaciones y entonces vamos juntos ciertamente los legionarios de Cristo, los consagrados y las consagradas, pues de alguna manera es toda nuestra vida entregada a la misión, porque así Dios nos ha llamado. A los otros miembros del Regnum Christi los llama en su estado y condición de vida, les llama en otras circunstancias. Y deben hacer que Jesucristo reine en sus familias, en su trabajo, en su profesión. Y así hacer que Cristo vaya reinando más. Pero nos ayudamos mutuamente, ciertamente como sacerdotes, uno de nuestros trabajos, y así está definido en nuestras Constituciones que sí se dice en el capítulo, es asistir espiritualmente a los miembros de Regnun Christi. Somos la misma vocación en distintos estado de vida.


¿Hay algo que no le hemos pedido y que querría decirle a los lectores de ZENIT?


--Padre Eduardo Robles: Hoy los medios de comunicación social son muy importantes. Yo durante mucho tiempo he seguido las noticias de la Iglesia a través de ZENIT, y creo mucho en el servicio que han dado y es muy importante que en las noticias, la Iglesia sea noticia positiva en muchos ambientes.


Qué puedo decir de las circunstancias actuales que estamos viviendo en el capítulo general y en la legión, un momento de esperanza, pero esa esperanza hoy viene de Dios Nuestro Señor. La esperanza es buena si la tierra es buena, y ahí está el trabajo de todos los laicos del movimiento y de los legionarios: que seamos buena tierra para dar muchos frutos.


¿Qué va a echar menos de México?


Pongo la premisa que me ha tocado trabajar como sacerdote en muchos lugares, pero la mayor parte de los 30 años que llevo como sacerdote lo he pasado no solamente en México, sino en la ciudad en la que nací, estudié y donde está mi familia. Entonces la amistad de la gente que te quiere y de tu familiares es lo que te va a hacer falta, lo demás no. No voy a extrañar ni los tacos ni los chilis, sí me gustan pero son las personas que quieres las que te pueden hacer falta.



(12 de febrero de 2014) © Innovative Media Inc.


12:49:00 p.m.

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