(Actualidad y Análisis) Más allá de reflejar la crudeza detrás de todos estos crímenes de seres humanos está la evidencia de que no es precisamente el interés por las mujeres lo que les mueve a tal genocidio actual. Y también que en algunos médicos hay un remoto vestigio de conciencia moral. Las frases reveladoras son estas:
1. «A ellas no se les permite nunca mirar la pantalla de ultrasonidos, porque sabemos que si lo hacen y escuchan el latido del corazón, no querrían hacerse el aborto» (Dr. Randall, antiguo abortista).
2. «Incluso hoy lo siento como algo un poco peculiar, porque como médico fui entrenado para conservar la vida, y aquí, estoy destruyéndola» (Dr. Nejamin Kalish, abortista).
3. «Tienes que llegar a ser un poco esquizofrénico. En una habitación, animas a una paciente y le dices que la ligera irregularidad cardíaca del feto no es importante, que tendrá un bebé bueno, sano. En la otra habitación, le aseguras a otra mujer, a la que le acabas de hacer un aborto salino, que es cosa buena que el latido del corazón sea ya irregular, que no se preocupe, que no tendrá un bebé vivo. De repente, uno se da cuenta de que en el momento de la infusión salina había mucha actividad en el útero. No eran corrientes de fluido. Era, obviamente, el feto dañado al tragar la solución de sal concentrada y pateando violentamente, y eso es en cualquier sentido el trauma de la muerte. Alguien tiene que hacerlo, y desafortunadamente somos los ejecutores de este acto». (Dr. John Szenes, abortista).
4. «Decirle a esas mujeres que sus fetos sienten dolor es acumular tormento sobre tormento. Esas mujeres tienen un dolor real. No llegaron con facilidad a esta decisión. Crear otra barrera para ellas para alcanzar el cuidado médico que necesitan es realmente injusto» (Dave Turok, abortista).
5. «Esta es la razón por la que odio el uso excesivo del forceps: las cosas se rompen. Solo hay dos tipos de doctores que dicen nunca han perforado un útero, los que mienten y los que no hacen abortos» (Un abortista anónimo).
6. «Me fui donde ya no tuviese que soportar ver cuerpecitos nunca más» (Dra. Beverly McMillan, antigua abortista).
7. «Creo que he sido afortunada por formar parte de esto. Si no me hubiera implicado, habría ido por la vida perfectamente satisfecha de acudir a fiestas de la sociedad médica y habría resultado muy, muy soso. Me habría aburrido como una tonta» (Dra. Jane Hodgson, abortista pionera).
8. «La pena, bastante distinta al sentimiento de vergüenza, la exhiben de una forma u otra prácticamente cada una de las mujeres a las que les he practicado un aborto, y eso son unas 20.000 a fecha de 1995. La pena se revela en el hecho de que la mayoría de ellas lloran en algún momento durante la experiencia. El proceso de duelo puede durar unos pocos días o varios años. El duelo a veces se aplaza. El duelo puede yacer sublimado y dormido durante años» (Dra. Susan Poppema, abortista).
9. «Si veo un caso, de más de 20 semanas, donde francamente eso es un niño, para mí, realmente me hace pensar y sufrir, porque ¡el potencial está aquí tan inminente! Por otro lado, tengo otra postura, que creo que es superior en la jerarquía de preguntas, y es esta; ¿quién posee [«owns»] a este niño? Tiene que ser la madre» (Dr. James McMahon, abortista).
10. «Sabemos que es matar, pero el estado nos permite matar bajo ciertas circunstancias» (Dr. Neville Sender, abortista).
Publicar un comentario