"Para ser un católico coherente con respecto a la ética sexual no es posible entrenarse como obstetra o ginecólogo", declaró el Dr. O'Donnell, según reportó The Tablet. "Hay un conflicto cultural total sobre lo que es una sexualidad buena, una dicotomía entre lo que creemos como cristianos que es bueno en general para el individuo y lo que cree la sociedad secular".
Según el médico, las instituciones de salud no cuentan con personal suficiente para permitir a los profesionales objetar en conciencia, y la Asociación ya había llamado la atención sobre la dificultad que enfrentan los objetores de conciencia para obtener un diploma en la Facultad de Salud Sexual y Reproductiva. Este certificado es necesario en el país para la práctica de ciertas especialidades.
El Vicepresidente del Grupo de Referencia sobre Salud de la Conferencia de Obispos Católicos de Inglaterra y Gales, Jim McManus, advirtió que estas restricciones significaban un a violación de los derechos de los profesionales de la salud. "Sería un claro rompimiento de la Ley de Igualdad que los católicos fueran excluidos de su capacidad de práctica", afirmó, al tiempo que aconsejó comenzar acciones jurídicas en los casos en que dicha discriminación se produjera.
El problema, expresado de una manera categórica por el Dr O'Donnell, no es exclusivo de Inglaterra. "Después de que empaquen las maletas, ¿a dónde se supone que irían?", cuestionó el Dr. Thomas Ward, consultado por Life Site News. "Todos los países de Europa, de hecho, a través de todo el mundo occidental, tienen la misma mentalidad". El médico recordó lo "extraordinariamente difícil" que era encontrar en años anteriores médicos que se negaran a recetar anticonceptivos. "Si sobrevives, lo haces basado en la tolerancia de tus colegas. No creo que haya ninguna opción sin eso".
Con información de The Tablet y LifeSiteNews.
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