En declaraciones a CNA –agencia hermana en inglés del grupo ACI– el 8 de agosto, un sacerdote que se identificó como el P. Nawar, original de Qaraqosh (Irak), en las planicies de Nínive, considerada la capital cristiana de Irak, lamentó que más de 100 mil cristianos han abandonado esta ciudad desde la noche del miércoles, en que fue tomada por las fuerzas del Estado islámico de Irak y el Levante (ISIS).
Muchos de estos cristianos que escapan de la persecución de extremistas islámicos van a pie, sin comida, dinero ni agua, dijo.
El P. Nawar, que ha vivido y estudiado en Roma durante los últimos tres años, denunció que “la gente no se puede quedar en Irak porque hay muerte para quien se quede”.
De acuerdo a informes de la BBC, los militantes del Estado Islámico han derrumbado cruces y quemado manuscritos religiosos, tras tomar la ciudad.
En declaraciones a la cadena CNN, Mark Arabo, líder de la comunidad caldea, denunció que los yihadistas del Estado Islámico (ISIS), están decapitando niños cristianos en Mosul, colgando a sus padres y violando a las mujeres, las cuales –informó por otro lado un portavoz de la Media Luna Roja–, son secuestradas para venderlas como esclavas.
El Papa Francisco señaló que “nos dejan pasmados y consternados las noticias que llegan de Irak: miles de personas, entre ellos tantos cristianos, expulsados de sus hogares de una manera brutal; niños que mueren de sed y de hambre durante la fuga; mujeres secuestradas; personas masacradas; violencias de todo tipo; destrucción por todas partes, de casas, de patrimonios religiosos, históricos y culturales”.
“¡Todo esto ofende gravemente a Dios y a la humanidad. ¡No se odia en nombre de Dios! ¡No se hace la guerra en nombre de Dios! Todos nosotros pensando en esta situación, en esta gente, recemos en silencio”.
Francisco también expresó su agradecimiento “a los que, con valentía, están brindando socorro a estos hermanos y hermanas, y confío en que una solución política eficaz a nivel internacional y local pueda detener estos crímenes y restaurar el derecho”.
“Para asegura mejor mi cercanía a esas queridas poblaciones he nombrado como mi Enviado Personal, que mañana viajará desde Roma a Irak al Cardenal Fernando Filoni”.
El Papa recordó que “también en Gaza, después de una tregua se ha reanudado la guerra que se cobra víctimas inocentes - niños - y no hace más que empeorar el conflicto entre israelíes y palestinos”.
“Oremos juntos al Dios de la paz, por intercesión de la Virgen María: Dona la paz, Señor, a nuestros días, y haz que seamos constructores de justicia y de paz. ¡Reina de la paz, ruega por nosotros!”.
“Oremos también por las víctimas del virus "Ébola" y por aquellos que están luchando para detenerlo”, pidió, para concluir pidiendo oraciones por su próximo viaje a Corea del Sur, del 14 al 18 de agosto.
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