Lima – “La vida humana es un don de Dios, y por tanto se nos exige respetarla y protegerla desde el primer instante de su concepción hasta su término natural” si lee en las primeras líneas del comunicado del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Peruana del 26 de abril, que reitera la posición de la iglesia católica sobre la pena de muerte, tema expuesto en el debate electoral de estos últimos días. En el texto, recibido en la Agencia Fides, los obispos señalan que “la Iglesia reconoce el derecho y deber de la legítima autoridad pública para aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito, sin excluir, en casos de extrema gravedad, el recurso a la pena de muerte”.
Sin embargo, “los casos en que la ejecución del culpable sea una absoluta necesidad son muy raros si no prácticamente inexistentes”. Los obispos concluyen recordando las palabras del Papa Francisco: “hoy en día la pena de muerte es inadmisible…todos los cristianos y los hombres de buena voluntad estamos obligados no sólo a luchar por la abolición de la pena de muerte, legal o ilegal, y en todas sus formas, sino también para que las condiciones carcelarias sean mejores, en respeto de la dignidad humana de las personas privadas de la libertad”.
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