(ZENIT – Roma).- La fiscalía de Colombia descartó este lunes que los restos exhumados en el cementerio municipal de Bucaramanga, pertenecieran al sacerdote Camilo Torres.
“Torres, icono del ELN, surgido en 1964 a inspiración de la Teología de la Liberación y la Revolución cubana, falleció el 15 de febrero de 1966 en un enfrentamiento entre la guerrilla y el Ejército en el municipio de San Vicente de Chucurí, unos 450 km al noreste de Bogotá”, señala Radio Caracol.
El fiscal responsable, Jorge Perdomo, declaró: “Después de haber hecho todos los cotejos de ADN se logró establecer que no se trata de Camilo Torres la persona que se encuentra allí inhumada”.
En cambio la investigación determinó que los restos exhumados corresponden en un “99,9%” a los del ciudadano Mario Belarmino Cáceres. El fiscal añadió que “el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, junto con la fiscalía, tienen de todas maneras evidencia de la posibilidad de que el cuerpo (del sacerdote insurgente) sí se encuentre inhumado en ese cementerio en Santander y por eso vamos a seguir buscando”.
Camilo Torres reingresó en la escena de Colombia en enero pasado, cuando se cumplieron los 50 años de su muerte, porque el grupo guerrillero ELN puso como condición al Gobierno para iniciar un diálogo de paz, la restitución del cuerpo y de la dignidad sacerdotal, como prueba de buena voluntad. El presidente Juan Manuel Santos autorizó y la búsqueda llevó al cementerio en el que se realizó la exhumación de lo que se creía era su cuerpo.
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