(InfoCatólica) El cardenal Müller ha recordado a Kathpress que su dicasterio habla y actúa «con la autoridad del Papa» y no puede tomar parte «en una diferencia de opinión».
El Prefecto ve el peligro de la «polarización» entre dos campos de la Iglesia y explica que la carta fue dirigida directamente al Papa antes de su publicación y que Francisco aún puede otorgar la autoridad a la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) para que resuelva las tensiones. La CDF es la encargada de resolver todos los asuntos relacionados con la Fe en la Iglesia Católica y por lo tanto es la máxima autoridad en el asunto tras el Obispo de Roma.
«Por el momento es importante que nos mantengamos enfocados en el objetivo y que no nos dejemos llevar por polémicas y mucho menos crearlas», asegura el cardenal Müller. Pero aunque no se pronuncia explícitamente respecto a los pasajes de la Amoris Laetitia que han creado confusión, el Prefecto recuerda que los documentos pontificios no pueden ser interpretados de una forma que contradiga documentos anteriores publicados por otros Papas, o por la propia CDF por mandato pontificio.
En relación a la admisión a la comunión eucarística de los divorciados vueltos a casar, el cardenal Müller cita un documento de la CDF de 1994, en el cual se respondía a tres obispos alemanes sobre el mismo tema. En esta respuesta, el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, negaba la posibilidad de que los obispos permitieran la comunión a las parejas en cuestión. Este es el documento magisterial citado:
Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la recepció de la comunión eucarística por parte de los fieles divorciados que se han vuelto a casar.
La indisolubilidad del matrimonio, ha enfatizado el cardenal alemán, debe ser «el fundamento inquebrantable de la enseñanza en todo acompañamiento pastoral».
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