(Fides/AIN) El prelado informó a Ayuda a la Iglesia Necesitada de un ataque incendiario contra el seminario mayor de Malole e identificó a los autores como un grupo de maleantes que también han intimidado a las religiosas Carmelitas en Kanaga.
El purpurado describió la situación de la población local como marcada por «el resurgimiento del miedo, de la ira y la inseguridad». En medio del ambiente cargado de tensiones, la Iglesia Católica ha resultado ser un objetivo frecuente de hechos de violencia, como el reciente acto de profanación de la parroquia de St. Dominic en Limete, donde un grupo de jóvenes atacó el Sagrario, el altar y las bancas e intentaron iniciar un incendio.
Para el cardenal Pasinya, estos hechos demuestran que la Iglesia «está siendo objetivo deliberado para sabotear su misión de paz y reconciliación». Las acciones de la Iglesia para buscar salidas dialogadas a conflictos políticos frenaron recientemente una inminente guerra civil y aún queda por delante la designación de un Primer Ministro en el país y otras decisiones de gran relevancia, lo que explicaría el aumento de la violencia como un intento de desestabilización de la sociedad.
El cardenal hizo un llamado a los líderes locales a «demostrar sabiduría, autocontrol y espíritu democrático» y reconocer sus limitaciones y la torpeza de las acciones que han conducido a la nación a enfrentar la grave situación actual. Asimismo pidió no poner en peligro los acuerdos obtenidos, vitales para preservar la paz del país.
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