(LSN/InfoCatólica) «Estamos bien, pero nuestro proyecto no está bien», dijo a LifeSiteNews la portavoz de Women on Waves, Leticia Denedich. «Nuestro barco ha sido detenido». El plan era que Adelaida, nombre de la embarcación, saliera del puerto en tres días y regresara a aguas internacionales. Allí ofrecería abortos médicos o farmacéuticos a bebés no nacidos de hasta 10 semanas de gestación. Las mujeres guatemaltecas que quiseran abortar podrían acercarse al barco y regresar a tierra en un procesor que duraría cuatro horas.
Denedich explicó que la Autoridad Portuaria de Quetzal ordenó a la Adelaida que se quedara en su amarre y colocó un patrullero a pocos metros de distancia. «No han citado ninguna autoridad legal», dijo, «pero está claro que ahora tendremos que ir a la corte». Los diez activistas que forman la tripulación del barco no pueden salir del mismo.
La Constitución de Guatemala protege la vida de los no nacidos desde la concepción, y los abortos son ilegales. Cuando la vida de la madre está en peligro, los médicos pueden intervenir.
El ejército guatemalteco emitió un comunicado de prensa el miércoles en el que se indicaba que «las Fuerzas Armadas de Guatemala, responsables de los mares territoriales de Guatemala, y con instrucciones del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, de acuerdo con la Constitución Política de la República Protecciones para la preservación de la vida humana y otras leyes de nuestro país, no permitirán a esta ONG llevar a cabo estas actividades».
El comunicado explicó que las fuerzas armadas estaban monitoreando «la operación de este buque para asegurar que no cometa ningún crimen ni violación de las leyes marítimas internacionales y los derechos humanos».
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