“Ayer en Asunción, Paraguay, ha sido proclamada Beata María Felicia de Jesús Sacramentado, cuyo nombre antes de su consagración era María Felicia Guggiari Echevarría, religiosa de la Orden de las Carmelitas Descalzas, llamada por su padre, y también hoy por el pueblo paraguayo, la ‘Chiquitunga’”, comenzó el Santo Padre.
El Pontífice recordó que la nueva Beata “vivió en la primera mitad del siglo XX, se adhirió con entusiasmo a la Acción Católica y se comprometió en el cuidado de los ancianos, los enfermos y los encarcelados. Esta fecunda experiencia de apostolado, sostenida por la Eucaristía cotidiana, resultó en la consagración al Señor”.
“Falleció a los 34 años aceptando la enfermedad con serenidad. El testimonio de esta joven Beata es una invitación para todos los jóvenes, especialmente para los paraguayos, a vivir la vida con generosidad, mansedumbre y alegría”, concluyó Francisco.
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