Consideran desafortunada la solicitud
El ELN rechazó hoy su desarme como condición para dialogar con el Gobierno colombiano, propuesta hecha recientemente por el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Rubén Salazar Gómez, a la jefatura de dicha guerrilla. El máximo jefe del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Nicolás Rodríguez Bautista, alias «Gabino», expuso hoy en un comunicado divulgado en su página de internet su oposición a entregar las armas y consideró «desafortunada» esa solicitud de la Iglesia católica.
15/07/13 6:09 PM | Imprimir | Enviar
(Efe/InfoCatólica) «Esta carta abierta la motivan valoraciones recientes hechas por su representante (de la Conferencia Episcopal) a los medios de comunicación haciendo un llamado al desarme de la guerrilla como elemento condicionante para lograr la paz de nuestra patria», explicó «Gabino».
«Consideramos desafortunado dicho comentario, al que se sumó otro, igualmente desafortunado, planteándole a la insurgencia que desistiera de propuestas de reforma al sistema de tenencia de la tierra, al modelo democrático y de una reforma a las fuerzas armadas», prosiguió.
Según el jefe del ELN, estos comentarios «evidencian que la jerarquía católica desasocia la paz con la lucha por la justicia social, donde esta última queda nuevamente postergada» y se mantiene alineada con «el discurso de la clase dominante».
Este planteamiento además «desconoce» que el conflicto armado interno colombiano tiene dos contendientes: «la insurgencia y el Estado», según el líder del ELN.
Agrega que la paz «no es sinónimo del silenciamiento de los fusiles, sino resultado de grandes reformas».
La segunda guerrilla colombiana, que según las autoridades cuenta con 1.500 alzados en armas y el pasado 4 de julio cumplió 49 años en activo, exigió además garantías para ejercer la oposición política.
En este sentido, condenó la respuesta gubernamental a la protesta campesina que comenzó hace 35 días en la región del Catatumbo, en el noroeste de Colombia, al indicar que las autoridades le han dado un «tratamiento de guerra a la movilización y a la oposición política».
La Conferencia Episcopal también ha resaltado en las últimas semanas la urgencia de que el ELN y el Gobierno de Juan Manuel Santos aborden un diálogo como el que el Ejecutivo mantiene en La Habana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde hace más de siete meses.
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