El Papa Francisco hizo una donación personal de 1.000.000 de dólares para los refugiados iraquíes en Erbil y Bagdad. La suma fue "distribuida por un 75% a las comunidades católicas y en un 25% a la minoría yazida", expresó el cardenal Fernando Filoni, el enviado del Papa quien regresó de su viaje humanitario y se reunió con Bergoglio al día siguiente. En la ciudad de Erbil cerca de 70.000 cristianos tuvieron que escapar debido a la persecución del Estado Islámico. Según explicó Filoni, Francisco "está preocupado por las persecuciones que sufren los cristianos y otras minorías". "El Papa me encargó una misión humanitaria, no una diplomática, y eso fue lo que le transmití a las autoridades iraquíes", añadió Filoni. "Mientras nuestros cristianos permanezcan en la región, no podemos abandonarlos. Mientras haya un cristiano vivo en Irak, estaremos allí. Esta es la línea del papa Francisco", finalizó el cardenal.
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