Ciudad del Vaticano, 1 de julio 2015 (Vis).-El Papa Francisco ha enviado un mensaje al obispo Grégoire Ghabroyan, Administrador del Patriarcado de Cilicia de los Armenios, con motivo de las exequias de Su Beatitud Nersès Bédros XIX Tarmouni, -fallecido el pasado 25 de junio- celebradas en la catedral de san Gregorio y San Elías en Beirut (Líbano). El mensaje fue leido durante la ceremonia fúnebre por el cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.
''Con gran tristeza -escribe el Papa- he recibido la noticia de la vuelta a la casa del Padre de nuestro querido hermano en Cristo, Su Beatitud Nerses Bedros XIX Tarmouni, Patriarca de Cilicia de los Armenios Cilicia. Guardo en el corazón el recuerdo de mi encuentro con él, acompañado por los obispos del Sínodo y los fieles de esta Iglesia Patriarcal, con motivo de la conmemoración de las víctimas de Metz Yegern y de la proclamación de San Gregorio de Narek, a Doctor de la Iglesia Universal. Estos acontecimientos vividos al lado de las reliquias del apóstol San Pedro es como si hubieran jalonado el recorrido fiel de vuestro ''Caput y Pater'' revelando algunos aspectos característicos de su persona.
Estaba, ante todo, profundamente arraigado en la Roca que es Cristo. Pensaba que el tesoro más grande que el obispo está llamado a administrar es la fe procedente de la predicación apostólica. Su Beatitud se entregó generosamente a su difusión, en particular favoreciendo la promoción permanente del clero para que, incluso en contextos difíciles, los ministros de Dios renovasen su adhesión a Cristo, única esperanza y consuelo de la humanidad.
Hizo que el sufrimiento del pueblo armenio durante su historia se convirtiera en una acción de gracias a Dios considerando el ejemplo de los mártires y de los testigos y obtuvo al mismo tiempo de Él, el bálsamo del consuelo y la reconciliación, el único que puede curar las heridas más profundas de las almas y de los pueblos.
El Patriarca Nerses finalmente pudo regocijarse con todo el pueblo armenio por la elevación de San Gregorio de Narek al título luminoso de Doctor de la Iglesia. Su Beatitud deseaba que la influencia espiritual de este gran santo fuera un ejemplo para los pastores y los fieles, convencido de que en San Gregorio de Narek todo el mundo puede experimentar las maravillas que el Señor es capaz de lograr en el corazón que se abre a Él en la simplicidad y la humildad diaria, siendo al mismo tiempo solidario con el drama de la humanidad mediante una intercesión sin tregua.
Invitados a recoger esta triple herencia que nos dejó el Patriarca Nerses, imploramos al Espíritu Santo que siga renovando la faz de la Iglesia Católica Armenia, a través del compromiso de los pastores y los fieles y nosotros también confiamos al Padre de toda Misericordia las fatigas unidas a los límites y debilidades de la condición de peregrinos en camino hacia la patria eterna''.
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