En el mensaje, enviado al Obispo de Zacatecas, Mons. Sigifredo Noriega Barceló, el Cardenal Parolin asegura que el Pontífice se siente “vivamente apenado” y “ofrece sufragios por el eterno descanso de los difuntos”.
Asimismo, “el Santo Padre hace llegar su sentido pésame a los familiares de los fallecidos, junto con sus expresiones de consuelo, cercanía y deseos de pronto restablecimiento de los heridos, a la vez que les imparte de corazón la confortadora bendición apostólica, como signo de esperanza en el Señor Resucitado”.
En el momento de la tragedia, los fieles participaban en la fiesta patronal en honor a Nuestro Padre Jesús. La procesión se encontraba a 50 metros de la iglesia de San Gregorio Magno cuando aproximadamente a las 7pm un camión de gran tonelaje que venía cuesta abajo se quedó sin frenos, chocó contra un grupo de automóviles estacionados y atropelló a los peregrinos.
Los cerca de cien heridos fueron trasladados a las clínicas locales y al hospital de Saltillo (Estado de Coahuila), que es la ciudad más cercana. Entre los fallecidos hay cuatro niños, el más pequeño de un año y cuatro meses.
Según las últimas informaciones, diez personas permanecen en estado grave y una muy grave, mientras el resto de heridos permanece estable.
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