En declaraciones a ACI Prensa luego de la Misa que presidió el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, en la que beatificó a las hermanas Fidela Oller, Facunda Margenat y Josefa Monrabal, el Obispo español dijo que este acontecimiento es muy positivo porque “significa que una persona ha vivido la vida cristiana y su vocación”.
El Prelado comentó también que esta beatificación “da ánimos y coraje” a todos los fieles y asimismo “que nos invita a ser testigos de Jesucristo cada uno desde nuestra responsabilidad y servicio concreto”.
Mons. Pardo ha asegurado a ACI Prensa que esta beatificación muestra “la universalidad de la Iglesia, que es lo que nos une” y ha subrayado la importancia de este evento en la diócesis que ha calificado de “gran estímulo para la Iglesia diocesana”.
El Prelado se ha mostrado especialmente interesado en que tanto esta beatificación como la celebración del Año de la Misericordia, que se iniciará el 8 de diciembre de este año y concluirá el 20 de noviembre de 2016, sean “una propuesta atractiva y que llame la atención a los jóvenes”.
Las hermanas del Instituto de San José son alrededor de 400 en todo el mundo y trabajan en el cuidado de los enfermos y ancianos en América Latina, África y Europa.
Sobre las hermanas mártires
Las hermanas mártires que han sido beatificadas, y que pertenecían al Instituto de Religiosas de San José de Gerona, son Fidela Oller (Banyoles, 1869), Facunda Margenat (Girona, 1876), así como Josefa Monrabal (Gandía, 1901). Las tres ofrecieron testimonio de fidelidad a Jesucristo al ser asesinadas por su condición de religiosas en la persecución religiosa que tuvo lugar del 1931 al 1939.
Fidela Oller, la madre buena y prudente, ejerció su tarea en localidades gerundenses como Banyoles, Gerona, Olor, Malgrat de Mar, Camprodón y Palamós. Por su parte, la hermana Josefa Monrabal, destinada en la capital gerundense, es recordada por su humildad y elegancia en el trato a los enfermos. Ambas fueron martirizadas en el camino de Xeresa (Valencia).
La tercera de las mártires, la hermana Facunda Margenat, que se caracterizaba por su caridad, sencillez y gran personalidad, también llevó a cabo su labor en varios municipios del Baix Empordà, entre otros, a pesar de que vivía en Barcelona en el momento del martirio.
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— ACI Prensa (@aciprensa) septiembre 5, 2015
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