Un juez federal de Estados Unidos ha ordenado este jueves, 3 de septiembre, la detención y envío a prisión de Kim Davis, funcionaria del Estado de Kentucky, de confesión cristiana. ¿Su delito?, haberse negado a dar licencias de matrimonio a parejas gays por convicción religiosa.
El juez David L. Bunning establece además que Davis no será liberada hasta que obedezca al Tribunal Supremo y emita licencias matrimoniales a todo tipo de parejas.
"El tribunal no puede consentir la desobediencia de una orden emitida legalmente", argumentó el magistrado al considerar que una multa no sería suficiente para disuadir a la funcionaria y dictaminar que debe permanecer en custodia policial.
Cabe recordar que el Supremo de Estados Unidos legalizó ese tipo de uniones en todo el país el pasado mes de junio, una decisión que fue criticada por los obispos estadounidenses, que consideran que se equivocan al legalizar el matrimonio homosexual.
Antes de la audiencia, más de cien personas se concentraron ante la corte federal de Kentucky que lleva el caso para manifestar su apoyo o rechazo a la actitud de Davis.
La funcionaria decidió dejar de emitir cualquier licencia de matrimonio cuando el Supremo falló a favor de la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo en todo el país, una decisión que anuló la potestad de los estados para prohibir el matrimonio homosexual.
El matrimonio homosexual se convirtió así en un derecho constitucional en Estados Unidos, lo que obliga a los trece estados que entonces todavía lo prohibían, entre ellos Kentucky, a permitir que las personas del mismo sexo puedan casarse.
"Bajo la autoridad de Dios"
Cuando el gobernador de Kentucky, el demócrata Steve Beshear, ordenó a los juzgados emitir licencias de matrimonio a los homosexuales, Davis decidió interponer una demanda en una corte federal, argumentando que sus creencias religiosas la eximían de tener que cumplir con esa obligación.
Davis llegó hasta el Supremo, que el pasado lunes le ordenó que, de manera inmediata, empezara a emitir licencias matrimoniales a todo tipo de parejas, homosexuales y heterosexuales, mientras la funcionaria sigue con el proceso legal en instancias judiciales inferiores, algunas de las cuales ya han rechazado su causa.
En ese sentido, las parejas formadas por April Miller y Karen Roberts, y David Ernold y David Moore, acudieron a la oficina que dirige Davis para solicitar sus licencias matrimoniales el pasado 31 de agosto.
Sin embargo, aunque lo habían intentado anteriormente varias veces, obtuvieron de la funcionaria la misma negativa. Ante una nube de cámaras que captaron el momento, y ante la pregunta de uno de los miembros de las parejas de que "con qué autoridad" se negaba, la funcionaria dijo que no estaban dispensando ninguna licencia "bajo la autoridad de Dios".
"Violaría mi conciencia"
Posteriormente, en una declaración divulgada por sus abogados, Davis defendió que no siente "hostilidad" hacia nadie ni actúa "con mala voluntad"; y volvió a argumentar que la emisión de licencias para parejas homosexuales "entran en conflicto con la definición de matrimonio de Dios, con mi nombre puesto en el certificado, violaría mi conciencia".
La funcionaria cristiana apela a la libertad religiosa, protegida por la Constitución y la Primera Enmienda, y asegura que el debate no es sobre "un tema de gays o lesbianas. Es sobre el matrimonio y la palabra de Dios".
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