En un comunicado publicado el 24 de mayo, la Comisión Episcopal para la Familia, Juventud, Adolescentes, Laicos y Vida de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) alentó a los laicos a asumir su responsabilidad en la sociedad “para que sean tomados en cuenta en el diseño de las políticas públicas y en materia especialmente de tanta trascendencia como son el matrimonio y la familia”.
El 17 de mayo, Enrique Peña Nieto anunció que promovería una modificación en la Constitución para abrir las puertas al “matrimonio” gay en México, al tiempo que buscará cambios en el Código Civil Federal que permitan a las parejas homosexuales adoptar niños.
“Los creyentes son también ciudadanos, que no pueden seguir como espectadores contemplando la decadencia de una sociedad sin rumbo, sino al contrario promoviendo una cultura que reflejen en las leyes el respeto a la visión y cultura propia de nuestra Nación”, señalaron los obispos.
“Todos somos miembros de una familia de sangre. Todos formamos parte de la familia humana. Acogidos en la mirada y el regazo materno de Santa María de Guadalupe, conscientes del llamado a la santidad, busquémosla y vivámosla en el matrimonio y la familia”, exhortaron.
Los obispos mexicanos recordaron que el Papa Francisco, en su exhortación apostólica Amoris Laetitia, señaló que no existe fundamento alguno para “asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y la familia”.
En ese documento, el Santo Padre calificó también de “inaceptable” que “las iglesias locales sufran presiones en esta materia y que los organismos internacionales condicionen la ayuda financiera a los países pobres a la introducción de leyes que instituyan el ‘matrimonio’ entre personas del mismo sexo”.
La comisión de la CEM subrayó que “se ha confirmado y profundizado ante el mundo contemporáneo la visión cristiana de la Iglesia Católica sobre el matrimonio y la familia así como el valor sagrado de la vida”.
“La Iglesia reitera la belleza de la sexualidad en el amor”, recordaron los obispos, y señalaron que también “proclama con gozo que Dios ha creado al hombre como varón y mujer, y los ha bendecido para que formasen una sola carne y transmitieran la vida”.
Esta “diferencia sexual, en la igual dignidad personal”, explicaron “es el signo de la bondad de la creación de Dios”.
Para leer el texto completo del mensaje de la Comisión Episcopal para la Familia, Juventud, Adolescentes, Laicos y Vida de la CEM, puede ingresar a este enlace.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 26 de mayo de 2016
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