Peregrinos de todos los lugares del mundo acudieron a Roma para acompañar al Santo Padre en el cierre de este Jubileo del que ya se están recogiendo frutos. Más de 21 millones de peregrinos han acudido a Roma desde que el Papa abrió, hace ya un año, la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.
Mientras esperaban a que el Papa haga el habitual recorrido en papamóvil por los pasillos abiertos en la plaza entre la multitud de peregrinos, una vez finalizada la Misa, Ignacio Ramonedo, de España, y Casimir Kouassi, de Costa de Marfil, conversan unos minutos con ACI Prensa.
“Lo que más me ha llamado la atención de este Año Jubilar es que el Papa ha pedido a la gente que la Misericordia implique tanto un salir hacia fuera, a ayudar a los demás, como también que se produzca una conversión de uno mismo”, destacó Ignacio. “Creo que ese es el mensaje central, lo más importante, lo que hay que situar en primer lugar”.
A su lado, Casimir Kouassi, nacido en Costa de Marfil, asintió con la cabeza. “A mí lo que me sorprendió mucho fue el hecho de que se hubieran abierto Puertas de la Misericordia por todo el mundo”, señaló. “Que el Papa haya querido que en cada ciudad grande del mundo, en cada catedral, haya también una Puerta de la Misericordia para animar a la gente a acercarse al Señor, a confesarse, sin tener la necesidad de viajar hasta Roma. Eso ha permitido que la misericordia se haya extendido en todo el mundo”.
Cerca de ellos se encontraban los seminaristas Ceferino Carmona, de México, y Martín Laurente, de Perú. “Estar aquí el día de la clausura de la Puerta Santa es una bendición”, afirmó Ceferino. “El comienzo del Año Jubilar lo viví en mi diócesis, y también fue muy emocionante. Creo que el Año de la Misericordia nos muestra a nosotros, como futuros pastores, lo que la Iglesia nos pide: que seamos más cercanos a los necesitados, a los necesitados que buscan la misericordia de Jesucristo. Creo que el Papa Francisco nos ha dado mucho ejemplo de cómo vivir esto, de cómo debe ser un pastor verdaderamente cercano al pueblo, a las ovejas”.
Martín también vio como una bendición el “haber estado tan cercano al Santo Padre. Vivir esta Misericordia que el mismo Papa nos pide. Y a nosotros, que estamos siguiendo el camino del sacerdocio es un gran ejemplo que él nos da. Porque nosotros en un futuro no muy lejano también tendremos la responsabilidad de ser los primeros en practicar y vivir esta misericordia que el Santo Padre nos ha enseñado”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 20 de noviembre de 2016
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