Esta celebración coincidió con el primer domingo de Adviento que, según indicó el Obispo de Leiria-Fátima en la homilía, “nos restituye ese horizonte de esperanza que no decepciona porque Dios es fiel” y que en Fátima “la Virgen María vino a traer y confirmar esta esperanza firme de paz”.
Añadió que en este tiempo litúrgico hay que “cambiar de actitud y revestirse con las armas de la luz, como el rearme moral y espiritual de la conciencia de vivir la paz de Dios, la paz del corazón, la paz con los demás ".
Mons. Marto afirmó que ese “fue el llamado a la conversión que la Virgen hizo en Fátima cuando pedía que se hiciera penitencia”
“El milagro más importante de Fátima no es propiamente la danza del sol, sino la conversión del corazón y de vida de tanta gente que sucede aquí sin que se vea, y que también podemos llamar la ‘danza de conversión’, al ritmo de la música de Dios que resuena en el Magnificat de la Virgen y llena de alegría”.
Mons. Marto exhortó a vivir el Año Jubilar del Centenario de las Apariciones con “alegría y esperanza” y como “un tiempo favorable de acción de gracias por el don de la visita y del mensaje de la Virgen y por las gracias recibidas”.
También invitó a experimentar en este tiempo “la experiencia de la ternura y de la misericordia de Dios, de la devoción tierna al Inmaculado Corazón de María, de conversión y de compromiso con Dios y a favor de los otros y de la paz del mundo a ejemplo de los tres pastorcitos”.
Por otro lado, el Prelado dijo que es impresionante el llamado de la Virgen de Fátima a “la oración y a luchar por las paz y la defensa de la dignidad de los oprimidos y de los inocentes, víctimas de guerras y genocidios sin precedentes en la historia”.
Antes de la Misa inaugural, se rezó el Rosario en la Capilla de las Apariciones y después se realizó una procesión con la imagen de la Virgen de Fátima que atravesó el “Pórtico Jubilar” y llegó hasta la Basílica de la Santísima Trinidad, donde el obispo presidió la Eucaristía.
Al final de la celebración, el Obispo de Leiria-Fátima, también transmitió la bendición del Papa Francisco, que visitará Fátima en mayo del 2017 para el centenario de las apariciones.
El milagro del sol
El 13 de octubre de 1917, tras la última aparición de la Virgen a los tres pastorcitos, Jacinta, Francisco y Lucía, se produjo ante más de 40 mil personas que se reunieron en Fátima el “Milagro del sol”, que duró tres minutos y donde se vio al sol cambiar de color y temblar en una especie de “danza”.
Los pastorcitos afirmaron que vieron las imágenes de Jesús, la Virgen María y San José bendiciendo a la multitud.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 11 de mayo de 2016
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