(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha recibido hoy en audiencia al primer ministro de Irlanda, Enda Kenny. Durante el encuentro, que se ha desarrollado en una atmósfera de cordialidad, “se ha hablado de los lazos históricos entre la Santa Sede e Irlanda, poniendo de relieve la constante contribución asegurada por la Iglesia católica en el ámbito social y educativo”, indica el comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede. El encuentro privado ha durado cerca de 25 minutos acompañados por un intérprete.
Asimismo, “se ha tratado de la importancia del papel de los cristianos en el espacio público”, sobre todo en “la promoción del respeto de la dignidad de cada persona, empezando por las más débiles e indefensas”. El coloquio, concluye el comunicado, ha proseguido “con un intercambio de puntos de vista sobre Europa”, con una referencia especial al “fenómeno migratorio”, “al empleo juvenil” y a los “retos principales que el continente está llamado a enfrentar en materia política e institucional”.
El primer ministro ha regalado al Santo Padre una imagen a color de una vidriera obra del artista inglés Harry Clarke que retrata la escena de la Natividad. Por su parte, el Pontífice le ha entregado la encíclica Laudato Si‘ y las exhortaciones apostólicas Evangelii Gaudium y Amoris Laetitia, y el medallón de la paz. Además, le ha regalado también un aguafuerte del proyecto inicial de la Basílica de San Pedro después de Constantino, antes de las modificaciones de Miguel Ángel.
A continuación, el mandatario irlandés se ha reunido con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, a quien acompañaba el arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados.
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