(LifeSiteNews/InfoCatólica) Un autodenominado «católico fiel» ha introducido una legislación que obliga a los trabajadores sanitarios cristianos a cooperar con los abortos y a los hospitales cristianos para que los realicen.
El senador estatal Gerald Ortiz y Pino presentó la Ley Senatorial 282, que derogaría las exenciones religiosas para participar en abortos.
El SB-282 establece: «Un hospital no se negará a proveer un servicio de salud reproductiva si la negación del servicio de salud reproductiva resultara o prolongara un riesgo serio para la vida o salud del paciente, y donde una falla en proveer el servicio de salud reproductiva violaría el estándar médico de atención debida al paciente».
La legislación incluye el aborto, eufemísticamente llamado «interrupción del embarazo» como parte del «servicio de salud reproductiva».
Ortiz y Pino calificó su proyecto de ley como «Ley de Protección al Paciente». No explicó cómo el aborto «protege» a las mujeres, y por qué el título de la legislación no considera al bebé en el útero como un «paciente».
La ley de Nuevo México permite exenciones tanto para individuos como para hospitales con objeciones morales o religiosas al aborto. Si bien el SB-282 no se refiere directamente a esas exenciones legales, el proyecto de ley eliminaría esas libertades religiosas.
Senador abortista
Ortiz y Pino votó por mantener el aborto legal hasta el día del nacimiento por cualquier motivo en 2015, 2016 y 2017. Justificó su voto en contra de una prohibición de aborto tardío pues afirma que la Biblia no dice que el aborto es incorrecto.
La directora ejecutiva de la Alianza para la Vida (NMAFL) de Nuevo México, Elisa Martínez, calificó el proyecto de ley como un «doble ataque».
«El SB-282 obliga a los profesionales médicos pro-vida a participar en el aborto bajo sus definiciones de «estándar de cuidado» y «salud», que son tan amplias que no tienen limitaciones significativas», explicó.
Se mostró sorprendida de que un senador que curiosamente se identifica como «católico», pretenda por medio de la ley SB-282 que «los proveedores de salud católicos cometan pecados mortales, lo que debería horrorizar a cualquier persona de buena conciencia».
Ortiz y Pino dijo que como fiel católico no puede apoyar ninguna restricción del aborto. Luego de una votación favorable al aborto, agregó que fue a la iglesia esa mañana en la Basílica de San Francisco.
«Ya era bastante malo cuando el Senador Ortiz y Pino utilizó su fe católica para justificar el aborto hasta el día del nacimiento», dijo Martínez. «Ahora quiere obligar a los proveedores de atención médica, incluidos los de su propia fe católica, a violar sus conciencias participando en el aborto».
El Senador Sharer resumió la política pro-aborto en su estado: «La única razón por la que todavía tenemos aborto en Nuevo México es porque los legisladores demócratas autodenominados «católicos» lo apoyan, porque los líderes católicos están en silencio», dijo.
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