“Es hora de cambiar el rumbo, es hora de atender el deseo del pueblo por elecciones regionales y nacionales. Y no digan que no se puede. Así como han tergiversado las leyes y la Constitución, se puede buscar de manera legal y legítima, la manera de promover esas elecciones en el corto tiempo”, expresó el Obispo.
En un mensaje, Mons. Moronta advirtió que la jornada del 30 de julio, en el que el régimen realizó las elecciones para la Asamblea Constituyente, terminó “lleno de tensiones y muertes”.
Los obispos, recordó, habían pedido al Presidente Nicolás Maduro retirar su propuesta de la Constituyente “porque no fue nunca convocada por el pueblo”; sin embargo, el régimen “hizo oídos sordos a este llamado” y a la consulta popular organizada por la oposición el 16 de julio en la que más de 7 millones de venezolanos rechazaron la Constituyente.
El Gobierno se encerró “en sus posiciones” y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) tampoco oyó el llamado de la Iglesia “de defender al pueblo, la Constitución y el estado de derecho”, expresó.
“Lamentablemente (en la jornada del domingo) se recrudeció la represión con un saldo insólito de muertos”, aproximadamente unas 15 personas; “algunos de ellos menores de edad, y otros ajenos a las protestas. También lamentamos cómo a esta lista se sumaron algunos dirigentes oficialistas y efectivos militares”.
El Obispo dijo que la responsabilidad debe ser asumida por quienes dieron las órdenes y “se empecinaron en actuar de espaldas al pueblo”. “El derecho a las protestas ha sido criminalizado y también ha generado situaciones que rompen la paz social y la sana convivencia con hecho violentos”, advirtió.
“Basta ya de tantas muertes y heridos y de tanta zozobra, recuerden que ustedes también son hijos de este pueblo que está sufriendo y que clama por un presente y un futuro promisor, humano y fraterno”, expresó a los miembros de las fuerzas armadas. A los capellanes militares “les pedimos que les hablen a ellos a su corazón, iluminen sus conciencias”, exhortó.
Mons. Moronta denunció que la población se siente burlada y “se tiene la real impresión” de que a los miembros del Gobierno “no les duele la angustia, la indefensión de nuestra gente”; y si no les duele el hambre, la falta de medicinas y la inseguridad, “mucho menos le va a doler o preocupar el deseo de libertad, de convivencia democrática y de paz que requiere el pueblo al que pertenecemos”.
El Obispo de San Cristóbal denunció que también “algunos sacerdotes han recibido amenazas y también mensajes de incomprensión”, sin embargo, recordó a los presbíteros que “somos pastores de todos sin excepción” y los alentó a no temer “porque sabemos en quién hemos puesto nuestra confianza: Cristo sacerdote”.
“Nos colocamos en los brazos amorosos del Santo Cristo de La Grita (…). Su rostro sereno nos alienta y acompaña al hacernos sentir el fruto de su acción redentora, la auténtica libertad de los hijos de Dios. María del Táchira, Nuestra Señora de la Consolación, de seguro nos protege y bendice”, culminó.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 31 de julio de 2017
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