En la homilía de la Misa que presidió en Lanteira el sábado 26 de agosto, el Prelado señaló que “nadie puede decir que ama a Dios si, en su nombre, utiliza la violencia contra el otro”.
“La mayor perversión de la imagen de Dios es su utilización para el mal y para la muerte. Es perverso tomar el nombre de Dios para herir y no para curar”, señaló el Obispo en la Misa concelebrada por el Párroco P. Joaquín Caler.
En la Eucaristía, informa un diario local, Mons. García dijo que “la violencia, el terrorismo, es la aberrante irracionalidad de aquellos que, porque no conocen el don del encuentro y del diálogo, y se niegan a mirar al otro, recurren a la destrucción y a la muerte indiscriminada de los inocentes”.
“Ante estos acontecimientos es fácil dejarse llevar por la indignación e, incluso, por el rencor. No es el camino. Nosotros los creyentes nos volvemos a Dios buscando consuelo y esperanza”.
El Obispo explicó que es necesario recordar el ejemplo de Cristo, “que fue manso y humilde de corazón y nos ofrece el camino del amor para no responder nunca al mal con mal, sino con bien, con perdón, con amor”.
“El secreto está en el amor. Quien ama no agrede, no hace violencia ni mata”, destacó.
Mons. García dijo finalmente que “hemos de trabajar unidos por una sociedad justa e igualitaria, que vive en paz, en la que el otro no es mi adversario ni mi enemigo, sino el que camina conmigo”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 25 de agosto de 2017
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