Visítalo, conversa con Él, cuéntale sus deseos, inquietudes y éxitos. Una invitación del escritor Claudio de Castro
«Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre».
Juan 6, 51
Si tan solo supieras las gracias abundantes que Jesús te dará desde el sagrario…
Creo que alguna vez te lo conté. Mi vida siempre ha girado en torno al sagrario. Desde niño, Jesús en el sagrario ha sido mi mejor amigo, uno que me ha ofrecido su ayuda cientos de veces para sacarme de los apuros en los que suelo estar.
Pensando en Jesús
Durante la cuarentena, cuando nos obligaron a pasar días encerrados en nuestras casa por la pandemia, pensaba mucho en Jesús, olvidado, abandonado en tantos sagrarios del mundo.
“Perdona nuestra indiferencia a tu amor.
No lo mereces, Tú que eres el amor.
Oh Jesús mío, te amo,
quiero que sepas que te amamos.”
Me asomaba por las tardes desde la ventana de mi habitación y miraba hacia una iglesia alejada, donde sabía que estaba Jesús. Con mi pensamiento lo abrazaba y enviaba a mi ángel de la guarda a visitarlo.
Un ángel enviado
“Ve a esa iglesia, ángel mío. Jesús está preso en ese sagrario, por amor a la humanidad. Siento una gran tristeza al saberlo solo, sin adoradores, ni nadie que lo acompañe ni rece en su presencia y le diga que lo quiere.
Al menos tú, ángel mío, visita al prisionero de amor en ese sagrario y dile que te he enviado, hazle saber que lo quiero que mis pensamientos están con Él.”
Otras veces enviaba a mi ángel de la guarda al sagrario de alguna iglesia que estaba cerrada por la pandemia, con un mensaje más corto para alegrar su Sacratísimo Corazón: “Dile que Claudio le manda saludos”.
Ya me imaginaba a Jesús sonriendo: “Ese Claudio es un caso”.
Él tiene tanto que darnos…
Desde que escribo y publico sobre Jesús VIVO presente en los sagrarios del mundo, he recibido correspondencia de nuestros lectores, emails bellísimos en los que me cuentan experiencias increíbles con Jesús.
Me siento conmovido por tantos gestos de amor a Jesús, prisionero de Amor en el sagrario.
También me siento emocionado al ver a Jesús dar a manos llenas. Tiene tanto que darnos y solo espera que confiados vayamos a verlo y a estar con Él.
Experiencias con el Santísimo
Un joven me contó cómo visitar a diario a Jesús Sacramentado, en el sagrario, le restauró la paz, el buen ánimo para trabajar y los deseos de mejorar y acercarse más a Dios.
Otra persona me comenta que fue desesperada, sin saber qué hacer con su vida. Las gracias que recibió sobrepasaron sus expectativas. Salió fortalecida, con una gran paz interior. ¿Te ha pasado esto?
A todos cuando me escriben les digo que en realidad no sabría cómo ayudarlos, pero sí sé quién puede. Es Jesús y está en el sagrario.
Los invito a que hagan visitas regulares a Jesús, que conversen con Él, le cuenten sus deseos, inquietudes y también sus éxitos. Jesús es un buen amigo, el mejor de los amigos y siempre está dispuesto a ayudarte.
El mismo Jesús de la Biblia
Él esta pendiente de tu llegada. No imaginas la felicidad que le das cada vez que pasas a verlo.
Es el mismo Jesús cuya vida has leído en la Biblia, el que caminó por las calles de Nazaret, el que resucitó.
Yo no tengo la más mínima duda que Jesús VIVO está en cada hostia consagrada por un sacerdote. Y, ¿qué nos dice e Catecismo de nuestra Iglesia?
La presencia eucarística de Cristo comienza en el momento de la consagración y dura todo el tiempo que subsistan las especies eucarísticas.
Cristo está todo entero presente en cada una de las especies y todo entero en cada una de sus partes, de modo que la fracción del pan no divide a Cristo.
Ve y habla con Él
Anda confiado a verlo. Es Jesús. Te espera.
Suelo recetar las visitas a Jesús en el Sagrario y puedo decirte que no conozco a nadie que haya quedado defraudado.
- ¿Sufres? Ve al Sagrario, habla con Jesús.
- ¿Te sientes sin ánimos? Ve al Sagrario. Saldrás renovado.
- ¿Buscas un propósito en tu vida? Visita a Jesús en el Sagrario.
- ¿Necesitas paz en tu vida? Ve al Sagrario y dile a Jesús que te ayude.
Debes fijarte en la lámpara del sagrario, está a un costado del sagrario. Es una lámpara roja que cuando está encendida te indica que allí está Jesús.
¿Me permites pedirte un favor? Cuando vayas a ver al buen Jesús, encerrado en el sagrario, dile: “Claudio te manda saludos”.
Nos encantaría saber de ti, conocer tus bellas experiencias con Jesús VIVO en el Sagrario de tu parroquia.
Te dejo mi email personal: cv2decastro@hotmail.com
¡Dios te bendiga!
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