Este problema fue identificado y abordado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) desde el 2003, cuando se detectó que había cerca de 225 mil víctimas de tráfico de personas a nivel mundial.
Luego, en 2006, el Gobierno de Japón se reunió con agencias de la ONU y crearon en 2007 el Grupo Interinstitucional de Coordinación contra la Trata de Personas (ICAT).
En 2010 la Asamblea General de la ONU adoptó un Plan de Acción Mundial para Combatir el Tráfico de Personas y creó un “Fondo Voluntario Fiduciario para las víctimas del tráfico” que priorizó a las mujeres y niños “víctimas de conflictos armados, corrientes migratorias y refugiados”.
En 2013, bajo resolución A/RES/68/192, la Asamblea General de la ONU y los estados miembros designaron el 30 de julio como “Día Mundial contra la Trata de Personas”, y en 2015 se comprometieron a terminar con este problema con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
En 2016, en la “Cumbre sobre los Refugiados y los Migrantes” se aprobó la Declaración de Nueva York que incluye 19 temas centrados en luchar contra la trata y contrabando de migrantes.
En 2019, la UNODC emitió el Informe Mundial sobre la trata de personas 2018, que señala que en los últimos años la proporción de afectados por la trata al interior de los países aumentó en 58%.
En 2021, el tema fue "Las Voces de las víctimas trazan el camino" y en este 2022 el tema es "Uso y abuso de la tecnología", considerando que la tecnología e Internet son herramientas que permiten la trata de personas, pero también pueden impedirla.
El tema ha sido y es una preocupación constante del Papa Francisco que en muchas ocasiones se ha pronunciado al respecto en su pontificado.
El 8 de febrero de 2021, con motivo de la Jornada Mundial de oración y reflexión contra la trata de personas, el Papa pidió rezar “para sostener a las víctimas de la trata, y a las personas que acompañan los procesos de integración y reinserción social”.
Dijo también que la oración debe impulsar “acciones concretas” que permitan a cada persona esclavizada volver a “ser protagonista libre de su vida” a favor del bien común.
En mayo de este 2022, el Papa Francisco recibió en el Vaticano a los participantes en la Conferencia Internacional del Grupo de Santa Marta, creado por él y en que se reúne a dirigentes de diversas organizaciones para trabajar en la lucha contra la trata de personas y las formas modernas de esclavitud.
En su discurso, el Santo Padre agradeció su labor para intentar erradicar estas actividades delictivas, “que atentan contra la dignidad y los derechos de hombres, mujeres y niños, y dejan efectos duraderos en las víctimas individuales y en la sociedad en general”.
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