San Juan Pablo II señaló la fe inspiradora de 120 mártires chinos, incluidos dos adolescentes asombrosamente valientes
La Iglesia celebra la vida de 120 mártires chinos cada año el 9 de julio y busca inspiración en ellos.
San Juan Pablo II canonizó a este numeroso grupo de santos el 1 de octubre de 2000, recordando su extraordinario testimonio de Cristo.
Hoy la Iglesia está agradecida a su Señor, que la bendice y la baña de luz con la santidad radiante de estos hijos e hijas de China.
Anna y Chi
La joven Anna Wang, de 14 años, resistió las amenazas de los torturadores que la invitaron a apostatar.
Lista para su decapitación, declaró con rostro radiante: “La puerta del cielo está abierta para todos”, murmurando tres veces: “Jesús”.
Y Chi Zhuzi, de 18 años, gritó sin miedo a quienes acababan de cortarle el brazo derecho y se disponían a desollarlo vivo:
“Cada pedazo de mi carne, cada gota de mi sangre les repetirán que soy cristiano”.
Anna murió asesinada el 22 de julio de 1900. Chi también fue asesinado en el año 1900.
Coherencia y valentía en China
Estos mártires representan a muchos cristianos asesinados durante un período de varios siglos, no el mismo día. Sus muertes ocurrieron entre 1648 y 1930.
San Juan Pablo II señaló cómo estos santos chinos pueden inspirarnos a todos, especialmente a todos los cristianos que viven valientemente su fe en China.
[Estos] hombres y mujeres chinos de todas las edades y estados, sacerdotes, religiosos y laicos, mostraron la misma convicción y alegría, sellando su fidelidad indefectible a Cristo y a la Iglesia con el don de sus vidas…
Con la proclamación solemne de su santidad, la Iglesia sólo pretende reconocer que esos mártires son un ejemplo de valentía y coherencia para todos nosotros, y que honran al noble pueblo chino.
El ejemplo de estos mártires chinos puede inspirarnos a vivir nuestra fe con gran alegría y fidelidad, sin ceder nunca a las fuerzas externas que buscan extinguir nuestro cristianismo.
También son un recordatorio para orar por todos nuestros hermanos y hermanas que sufren persecución.
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