Nacido en 1897 en Austria, combatió durante la I Guerra Mundial, tras lo cual ingresó en la Compañía de María (marianistas). Su valiente predicación que denunciaba con contundencia las teorías racistas del Partido Nazional Socialista de Adolf Hitler le llevaron a tener que exiliarse en 1939.
Tras pasar por Burdeos (Francia), ciudad en la que murió el beato Guillermo José Chaminade, fundador de los marianistas, llegó en 1941 a Valencia (España), donde sus compañeros regentaban (y aún hoy lo hacen) el colegio El Pilar, donde se entregó a la docencia del latín y el alemán.
La Gestapo, policía secreta oficial del régimen alemán, localizó al marianista y envió a dos de sus hombres para engatusarlo. Para ello, lograron convencer al sacerdote de que eran dos judíos que habían logrado escapar de Alemania.
Al poco, le convencieron para viajar a San Sebastián, muy cerca de la frontera con Francia, entonces regida por un gobierno aliado de Hitler. Confiado, aceptó desplazarse hasta Hendaya, al otro lado de la frontera, donde fue arrestado.
Fue conducido a París y, de allí, a Berlín. Durante todo el tiempo que fue torturado, mantuvo su profesión de fe con entereza, hasta el final, cuando fue decapitado en la cárcel de Plötzensee.
Según detalla la Archidiócesis de Valencia, en su acta de ejecución se puede leer: “El condenado a muerte, que permaneció tranquilo y sereno, se dejó colocar en la guillotina sin ofrecer resistencia. (...) Desde el momento de la entrega del reo hasta el anuncio de la ejecución pasaron nueve segundos”.
Su biógrafo, el también marianista José María Salaverri, fallecido hace 5 años, aseguraba que su actitud durante los interrogatorios y ante las torturas “impresionó al propio Heinrich Himmler, máximo responsable de la Gestapo, quien aseguró que ‘con un millón de Jakobs Gapp, pero de nuestra ideología, dominaríamos el mundo”.
La Compañía de María está apunto de publicar un nuevo volumen elaborado por el P. Emilio Cárdenas, en el que se recopilan escritos personales, cartas con su familia, amigos y compañeros religiosos.
El P. Gapp fue beatificado por San Juan Pablo II en 1996 y un documental sobre su vida titulado Santiago Gapp, el sacerdote que se enfrentó a Hitler está disponible en la plataforma digital Famiplay.
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