En punto de las 11:00 horas, el cardenal Norberto Rivera Carrera celebró la Eucaristía de inauguración, en compañía de Mons. Luis Morales, obispo de la Diócesis de Nezahualcóyotl; Mons. Felipe Tejeda García, obispo Auxiliar Emérito de México, y Mons. Wenceslao Hernández.
En su homilía, el Sr. Arzobispo llamó a la organización a aprovechar este curso para dar frutos, y no dejar los proyectos en meras intenciones: “Cristo, cuando envía a sus discípulos, no les dice ‘vayan, y échenle muchas ganas’; les dice ‘vayan y den fruto, y que este fruto permanezca'”, dijo.
En este sentido, pidió a los presentes revisar su trabajo para ver si está creciendo, si da frutos y si éstos permanecen. “No es suficiente poner entusiasmo o echarle ganas, hay que revisar si lo que se hace va dando los frutos que esperamos, en primer lugar, los dones espirituales que el Señor nos ha dado”.
Ante miles de miembros del movimiento, el cardenal Norberto Rivera Carrera lamentó tamién que muchos católicos no se esfuercen en crecer en la fe. “Ustedes saben –señaló– cómo cuesta hacer que crezca esa fe en nuestras comunidades. A ustedes les consta cómo muchos hermanos, aunque se les exige lo mínimo cuando se van a bautizar, confirmar o casar, son capaces de irse a otra diócesis con tal de no prepararse para recibir el Sacramento… andan peregrinado de una parroquia a otra para ver dónde es más fácil”.
Explicó que esto mismo ocurre en algunas comunidades parroquiales, pues si bien hay muchas que se van fortaleciendo hasta convertirse en verdaderas parroquias misioneras, hay otras que permanecen igual a lo largo de los años, porque no fueron capaces de atraer a las nuevas generaciones.
“Estas comunidades van decreciendo, y lo nota uno inmediatamente: son los mismos cantos que hace diez años y las mismas catequistas… y los mismos regaños. Ahí ya no hay crecimiento”.
Al referirse a las responsabilidades particulares de cada uno de los miembros de Escuela de Pastoral, exhortó a no ser descuidados en las cosas pequeñas que el Señor les ha concedido. “A todos nos ha dado ‘talentos’, a unos más, a otros menos, pero a todos nos pedirá cuentas y es muy sano que antes de que el Señor nos pida cuentas, nosotros las revisemos para ver si vamos creciendo o lo estamos echando a perder”.
Durante la Santa Misa, se pidió a Dios por el cardenal Norberto Rivera Carrera, quien funge como Rector Mayor de la Escuela de Pastoral; por el Rector Docente, Mons. Felipe Tejeda García, y por el Asistente General del movimiento, Mons. Susano Cárdenas, “para que vivan plenamente identificados con el Señor, y como guías espirituales del equipo laico al servicio de la pastoral, transmitan la imagen viva de Cristo”.
También se elevaron oraciones por todos los obispos y sacerdotes que han guiado a este movimiento, así como por el eterno descanso de su fundador, don Vicente Martínez Vázquez, y por todo el equipo laico al servicio de la pastoral, para perseverar en la fe de Cristo e integrarse de mejor manera a los planes pastorales de las diócesis en las que sirven.
La Escuela de Pastoral tiene como objetivo formar a los laicos que desean colaborar y servir en las tareas fundamentales y pastorales de las parroquias, a fin de contribuir a un mejor desempeño de las mismas. Fue fundada en 1975 por don Vicente Martínez, y actualmente es el movimiento católico laical más importante en todo el país.
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