(ZENIT – Roma).- El obispo caldeo de Alepo, Antoine Audo SJ, comentando las declaraciones y las disposiciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien recientemente ha reconocido como una “prioridad” la acogida en los Estados Unidos de los refugiados cristianos de Siria y Oriente Medio, precisamente al mismo tiempo que decretaba el cierre de las fronteras a los ciudadanos de siete países con mayoría islámica señaló:
“A nosotros, los cristianos de Siria y Oriente Medio no nos gustan los discursos que hacen distinciones entre nosotros y los musulmanes cuando está en juego la justicia, la paz y la ayuda a los necesitados. Quién hace estas diferencias, alimenta el fanatismo y el extremismo”.
Lo indicó este martes la Agencia Fides, precisando que el obispo caldeo les ha referido: “Las medidas y las leyes deben ser justas y deben aplicarse por igual a todos, sin discriminación”.
Entretanto precisó que “como cristianos, pedimos que nos ayuden a no tener que emigrar, sino a tener paz en nuestros países, para poder continuar con nuestra vida y nuestro testimonio en la tierra donde nacimos”.
Sobre el estado actual de Alepo, el obispo Audo reconoce que “sin duda ahora hay más seguridad, pero el futuro está marcado por las soluciones que tienen por delante toda Siria. Me parece percibir un cambio en el enfoque de la comunidad internacional”.
El obispo caldeo de Alepo ha indicado que “se ha entendido que el problema de Siria no tiene una solución por la vía militar, sino que sólo se puede llegar a una solución con la política, involucrando a todos”.
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