Marinero, que te afanas
noche y día en alta mar;
echa la red barredera
para pescar.
En la red está la pesca
que lograste capturar,
y comienza la tarea de separar.
En este mar de la vida
rigen las leyes del mar:
la pesca mala se tira;
se deja la de verdad.
Cuando lleguemos a puerto
y empiece la eternidad,
importan las obras buenas;
sobra la mediocridad.
Marinero, que te afanas
noche y día en alta mar;
echa la red barredera
para pescar.
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