“Faltando pocas horas para las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente, la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana reitera su rechazo a esa iniciativa, por considerarla inconstitucional, pero además, innecesaria, inconveniente y dañina para el pueblo venezolano”, expresaron los obispos en un comunicado emitido este 27 de julio.
Los prelados venezolanos recordaron que la iniciativa de Maduro “no ha sido convocada por el pueblo, tiene bases comiciales inaceptables, y en ella estarán representados sólo los partidarios del oficialismo”.
Por ello “será un instrumento parcializado y sesgado que no resolverá, sino agravará los agudos problemas del alto costo de la vida, la escasez de alimentos y medicamentos que sufre el pueblo, y ahondará y empeorará la profunda crisis política que padecemos actualmente”, advirtieron.
Maduro anunció su intención de convocar a una Asamblea Constituyente el 1 de mayo con el fin de reformar la Carta Magna promulgada por Hugo Chávez en 1999.
La convocatoria se dio casi un mes después de las sentencias 155 y 156 del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). La primera eliminaba la inmunidad parlamentaria y otorgó facultades especiales al Presidente Nicolás Maduro. En la segunda, la Corte anunció que asumiría todas las funciones de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora desde enero de 2016.
Esto provocó protestas masivas a nivel nacional. Aunque a los días el tribunal retrocedió y anuló ambos fallos, las manifestaciones no se han detenido desde entonces. Sin el embargo, el número de muertos producto de la violencia y represión de los efectivos del gobierno ha superado el centenar.
El pasado 16 de julio la oposición realizó una consulta popular sobre la Constituyente. Aunque la consulta no fue reconocida por el Consejo Nacional Electoral (CNE) -organismo controlado por el régimen-, tuvo el apoyo de rectores universitarios que actuaron como garantes y participaron más de 7 millones de votantes. En un comunicado publicado días antes, los obispos indicaron que esta consulta gozaba “de toda legitimidad”.
En su comunicado de este viernes, la CEV dijo que el país vive “horas difíciles cargadas de incertidumbres y contradicciones” con “enfrentamientos de creciente intensidad”, donde “efectivos militares y policiales, y grupos civiles armados afectos al gobierno, obran coordinadamente atropellando al pueblo que manifiesta su descontento y su rechazo a la Asamblea Constituyente”.
“Una vez más alzamos nuestras voces contra la violencia, venga de donde venga. Es preciso que si se da ese proceso, que no apoyamos, se desarrolle sin violencia. La violencia no puede ser nunca la forma de solucionar los conflictos sociales que se agravan día a día en nuestra sociedad venezolana. La represión desmedida con saldo de heridos, muertos y detenidos genera mayor violencia”, expresó el Episcopado.
Los obispos recordaron que “Dios no hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes”, por ello recordaron a las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB), “que su primera obligación es con el pueblo y está llamada constitucionalmente a defender la vida de todos los ciudadanos, sin distingos de ninguna clase ni parcializaciones políticas”.
“Que en estos momentos de tensión no sea la irracionalidad y la fuerza bruta la que pretenda solucionar el reclamo de buena parte de la sociedad”, exhortaron.
“El papel primario de la FANB es mantener la paz y el orden para que la racionalidad y el actuar de las partes en conflicto tienda puentes que superen el caos en el que estamos sumidos. No aumentemos más el sufrimiento y la angustia de tanta gente que quiere vivir en paz, que se escuche y respete su voz de protesta y se encuentren caminos de entendimiento y bien para todos. Como nos dice el Papa Francisco ‘el conflicto no puede ser ignorado o disimulado. Ha de ser asumido. Pero si quedamos atrapados en él, perdemos perspectivas, los horizontes se limitan y la realidad misma queda fragmentada’”, recordó la CEV.
Los obispos dijeron que “desde el fondo de nuestro corazón y como expresión de fraternidad surgen dos expresiones muy humanas y cristianas: un ‘no matarás’ física o moralmente en forma de violencia y represión que generan muertos, heridos y encarcelados; y un ‘cultiva la vida’ en medio del pueblo por la solidaridad que comparte el pan, el medicamento, la vida en común, la verdad que enaltece, el bien que nos hace mejores, la fe que siembra esperanza”.
“Que el Señor y la Virgen de Coromoto bendigan a Venezuela y que los venezolanos podamos resolver nuestros conflictos de manera pacífica. Amén”, culminó el comunicado de la CEV.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 27 de julio de 2017
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