(ZENIT – 29 enero 2018).- “Están llamados a invocar incesantemente la asistencia divina para realizar con humildad y mesura la difícil tarea confiada por la Iglesia”, ha dicho el Papa Francisco a los miembros del Tribunal Apostólico de la Rota Romana.
Esta mañana, 29 de enero de 2018, el Santo Padre se ha dirigido a los jueces, oficiales, abogados y colaboradores del Tribunal, con ocasión de la inauguración del Año Judicial.
Francisco ha señalado que “la estrecha conexión entre el ámbito de la conciencia y aquel de los procesos matrimoniales de los cuales cuotidianamente se ocupan, exige evitar que el ejercicio de la justicia sea reducido a un mero fin burocrático”.
Así, el Papa ha invitado a los jueces a reflexionar sobre un aspecto significativo de su servicio judicial, es decir, el de la “centralidad de la conciencia”, que es al mismo tiempo el de cada uno de ellos y el de las personas a las cuales asisten.
“De hecho –ha indicado Su Santidad– su actividad se expresa también como ministerio de la paz de las conciencias y exige ser ejercitada con toda conciencia, como bien expresa la fórmula con la cual sus Sentencias son emanadas ad consulendum conscientiae o ut consulatur conscientiae”.
“Expertos de la conciencia”
“Ustedes se presentan en cierto sentido como expertos de la conciencia de los fieles cristianos”, ha recordado el Pontífice. en relación a la declaración de nulidad o validad del vínculo matrimonial. “En este rol –manifestó el Papa– están llamados a invocar incesantemente la asistencia divina para realizar con humildad y mesura la difícil tarea confiada por la Iglesia, manifestando así la conexión entre la certeza moral, que el juez debe alcanzar ex actis et probatis, y el ámbito de su conciencia, noto únicamente al Espíritu Santo y por Él asistido”.
Por otro lado, Francisco resaltó la importancia del “rol decisivo de la conciencia en el proyecto de Dios” y la “formación de la conciencia en los jóvenes”, refiriéndose a las opciones fundamentales que los novios deben afrontar para acoger y construir la unión conyugal.
En este contexto, el Papa ha remarcado que en los dos Documentos en forma de motu proprio, emanados para la reforma de los procesos matrimoniales, he exhortado a instituir el estudio pastoral diocesano “para así realizar el proceso no sólo más rápido, sino también más justo, con la debida conciencia de causas y motivos que están al origen del fracaso matrimonial”.
Por ello –apuntó el Obispo de Roma– es necesaria una “continua experiencia de fe, esperanza y caridad”, para que los jóvenes vuelvan a decidir, con conciencia segura y serena, que la unión conyugal abierta al don de los hijos es un gozo grande para Dios, para la Iglesia y para la humanidad.
Francisco recordó a los jueces la estrecha relación entre el ámbito de la conciencia y el de los procesos matrimoniales de los cuales cuotidianamente se ocupan sin caer en la burocracia y afirmó que hay que impedir que la conciencia de los fieles en dificultad por cuanto se refiere a su matrimonio se cierre a un camino de Gracia.
“Este objetivo se alcanza con un acompañamiento pastoral, con el discernimiento de las conciencias y con la obra de nuestros Tribunales. Esta obra debe desarrollarse en la sabiduría y en la búsqueda de la verdad: sólo así la declaración de nulidad produce una liberación de las conciencias”, añadió.
Catecumenado matrimonial
Francisco ha recomendado la institución de un catecumenado matrimonial, acogiendo la voz de los Padres Sinodales, entendido como “itinerario indispensable para los jóvenes y para las parejas destinadas a hacer revivir sus conciencia cristianas”, sostenidas por la gracia de dos sacramentos, el bautismo y el matrimonio; teniendo presente que la formación de la conciencia es misión de todos, ministros y fieles bautizados.
“En este sentido, la unión conyugal puede afirmarse verdadera sólo si la intención humana de los esposos está orientada a lo que quiere Cristo y la Iglesia. Para hacer siempre más consciente de esto a los futuros esposos, es necesario el aporte, además de los Obispos y sacerdotes, también de otras personas comprometidas en la pastoral, religiosos y fieles laicos corresponsables en la misión de la Iglesia”, ha indicado el Pontífice.
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