(ZENIT – 30 enero 2018).- “Un pastor al que le falta la ternura será uno rígido, que apalea a las ovejas. Cercanía y ternura: lo vemos aquí. Así era Jesús”.
Meditación del Papa Francisco en la Misa celebrada esta mañana, 30 de enero de 2017, en la Casa de Santa Marta, a partir del Evangelio de Sant Marcos, propuesto para el día.
Francisco se refirió a los dos episodios de curación acerca de los cuales más que “meditar” hay que “contemplar” –aclaró– porque indican “cómo era una jornada de la vida de Jesús”, modelo de cómo debería ser también la de los pastores, obispos o sacerdotes.
“El pastor debe ser ungido con el óleo, el día de su ordenación: sacerdotal y episcopal. Pero el verdadero óleo, ese interior, es el óleo de la cercanía y de la ternura. Al pastor que no sabe hacerse cercano, le falta algo: quizá sea un patrón del campo, pero no es un pastor.
“Jesús se entrega”
“Jesús no abre una oficina de asesoramiento espiritual con un cartel: ‘El profeta recibe lunes, miércoles y viernes de tres a seis. La entrada cuesta tanto o, si lo desean, pueden dejar una oferta’. No, Jesús no hace así. Tampoco abrió un consultorio médico con el cartel: ‘Los enfermos vengan tal día, tal día, tal día y serán curados’. Jesús se entrega en medio del pueblo”.
El Santo Padre ha invitado a rezar en la Misa por nuestros pastores, para que el Señor les dé esta gracia de “caminar con el pueblo”, y “estar presentes en el pueblo con tanta ternura, con tanta cercanía”.
“Y cuando el pueblo encuentra a su pastor, siente esa cosa especial que sólo se siente ante la presencia de Dios –y así concluye el pasaje del Evangelio– ‘Ellos fueron embargados por gran estupor’. El estupor de sentir la cercanía y la ternura de Dios en el pastor”, ha explicado Francisco.
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