Autor: Emilio Vicente Matéu
Los que somos llamados a la Iglesiacantemos todos al Señor que nos reúne. (bis)
Venimos desde lejos ante el Señor,
trayendo en nuestras manos la alegría.
Un solo corazón nos une en el amor
al ser invitados a la fiesta.
Formamos con Dios mismo en comunión,
una unidad de vida y esperanza,
que cruza por el mundo sintiendo la emoción
de ser el cuerpo santo de la Iglesia.
Formando un solo cuerpo con el Señor,
marchamos a la Gloria de Dios Padre.
La fuerza del amor resuena en nuestra voz
buscando un mundo nuevo más humano.
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