La presidenta de Argentina pretende reformar el Código Civil, un grupo acólito a su partido se infiltra en las escuelas para adoctrinar a los niños, y en Buenos Aires se crea un Observatorio de los medios para controlar que se aplica la perspectiva de género
Por Juan Francisco Jiménez Jacinto, de Forum Libertas. 5 de Septiembre de 2012
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner quiere construir una nueva sociedad argentina que sea reflejo de su modelo ideológico. Para ello, la viuda de Néstor Kirchner está utilizando todos los organismos que están al alcance del puesto que ocupa para desarrollar una ingeniería social acorde a sus presupuestos.
En la actualidad, se debate la pretendida reforma del Código Civil por parte del Gobierno de Kirchner. Una reforma que ya ha desaprobado un amplio consenso social en el que se incluye la Iglesia católica, ya que es contraria al matrimonio tradicional, la familia y la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural. La propuesta promueve el aborto, la fertilización in vitro, la eutanasia, el divorcio exprés y la ideología de género.
En este sentido, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, ya advirtió que el proyecto puede tener “tremendas” consecuencias y que los cambios propuestos “implican alteraciones muy graves contra la constitución de la familia y la dignidad de la vida humana”.
Nuevo objetivo: la educación
El propio arzobispo de La Plata -y Presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica en Argentina- ha alertado recientemente sobre la existencia de una agrupación política conocida como La Cámpora que intenta infiltrarse en las escuelas católicas para adoctrinar a los alumnos.
Aguer citó la declaración ‘Adoctrinamiento partidario en la escuela’ de la Academia Nacional de Educación, para hacer eco sobre la advertencia lanzada por esta institución. Monseñor dijo que esta institución “intenta infiltrarse en las escuelas católicas, en las que procura captar alumnos en actividades políticas para que luego ellos, dentro de la escuela, hagan propaganda”.
La Cámpora es una agrupación política de Argentina, formalmente fundada en el año 2008 que apoyó al gobierno de Néstor Kirchner y que ahora apoya al gobierno de Cristina Fernández. No en vano el líder de este grupo es su propio hijo.
Existe un “proyecto educativo católico”
Monseñor Aguer precisó que “en realidad no necesitamos que la agrupación aludida se entrometa en nuestras escuelas, porque el proyecto educativo católico incluye una dimensión muy importante de formación para la vida social”.
Además, el arzobispo leyó la declaración de la Academia Nacional de Educación que denuncia que actualmente “grupos partidistas han desarrollado en varias escuelas del país talleres de adoctrinamiento partidario con presencia en el interior de los establecimientos de personas ajenas a la educación con banderas, lemas, cantos y figuras de facciones políticas”, iniciativas que “están en contra de lo que prescribe la Ley de Educación Nacional”.
“Estos métodos de adoctrinamiento de niños y jóvenes, en el seno mismo de las escuelas, aparte de ser violatorios de la Ley, constituyen una práctica condenable, por haber sido históricamente utilizada por regímenes totalitarios para adoctrinar a la juventud”, dice la declaración.
Estas iniciativas se podrían asociar a los proyectos presentados por algún legislador que propone bajar la edad del derecho a votar, que en lugar de los 18 años podría ejercerse a los 16. Estos analistas piensan, asociando estos dos acontecimientos, que se quiere preparar en los colegios electores para un determinado partido político.
Kirchner y el control de los medios
La cruzada de Cristina Kirchner a favor de su ingeniería social no acaba aquí. Ayer martes, 4 de septiembre, se conocía que la legislatura de la capital argentina, Buenos Aires, un proyecto de ley que crea el ‘Observatorio de Medios para la Igualdad’, que tendrá capacidad de proponer sanciones a los medios. El observatorio, creado a iniciativa de dos militantes feministas, también ejercerá una labor censora sobre la publicidad.
Un medio de comunicación argentino podría ser sancionado por el sólo hecho de mencionar a “el” travesti en vez de a “la” travesti, por hablar de “crimen pasional” en lugar de “feticidio” o por referirse a la familia conforme a su estructura natural, según informa Infocatólica.
El Observatorio “tiene por finalidad mejorar el tratamiento que los medios de comunicación de la ciudad hacen de las distintas identidades de género y fomentar un debate social acerca de los estereotipos de género que los medios reproducen, para colaborar a eliminar toda forma de discriminación por cuestiones de género”.
El Observatorio “revisará el contenido y la oferta de los medios de comunicación” de la ciudad de Buenos Aires o con “ingerencia” en ella, “desde la publicidad hasta los contenidos de entretenimiento o informativos, en los diversos soportes y formatos”, haciendo foco en: “contenidos sexistas”, “incitación a la violencia de género, “discriminación hacia mujeres” y “estereotipos de género”. La defensa irrestricta de la vida humana en sus primeros estadios podría interpretarse como “incitación” a la “violencia contra la libertad reproductiva» una de las formas de “violencia de género”.
El organismo elaborará “recomendaciones a los medios de comunicación para que modifiquen los contenidos sexistas y que atenten contra las diversidades sexuales” y cuando “correspondan sanciones” lo remitirá “a las autoridades nacionales establecidas en la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual y a otras autoridades pertinentes -como el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y el Consejo Nacional de las Mujeres (CNM) en el caso de la prensa escrita” (art.3º d). Recordemos que para el INADI es discriminatorio negar un aborto o referirse a las personas trans de un modo distinto al que se “autoperciben”.
Recibirán denuncias de los consumidores de medios . Capacitarán “a los y las profesionales del periodismo, la publicidad y la producción de medios, en el ejercicio con enfoque de género, de respeto de los derechos de las mujeres y en contra de todo tipo de discriminación”. El Gobierno de la Ciudad podría retirar, por ejemplo, una publicidad que muestre a una mujer realizando labores domésticas porque fomentaría un “estereotipo” de mujer.
La iniciativa es de las militantes feministas María Elena Naddeo (Frente Progresista y Popular) y María José Lubertino (FpV), que obtuvo dictamen en la comisión de Mujer.
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