Ciudad del Vaticano, 29 octubre 2014 (VIS).-Después de la catequesis el Papa expresó su viva preocupación por el avance de la epidemia de ébola, ''esta enfermedad implacable -dijo- que se está extendiendo especialmente en el continente africano y sobre todo entre las poblaciones más desfavorecidas''.
El Santo Padre manifestó su cercanía, con el afecto y la oración a los afectados, así como a los médicos, enfermeros, voluntarios, instituciones religiosas y asociaciones, que están trabajando heroicamente para socorrer a nuestros hermanos y hermanas enfermos. Y renovó su llamamiento a la Comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para ''erradicar este virus, aliviando concretamente las dificultades y los sufrimientos de cuantos están sometidos a pruebas tan duras''.
''Os invito- concluyó, dirigiéndose a los presentes en la Plaza de San Pedro- a orar por ellos y por todos los que han perdido la vida''.
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