Melbourne (Agencia Fides) – El fenómeno de la desnutrición continúa extendiéndose en algunas de las zonas más pobres y remotas de Perú. En vista de las próximas navidades, Catholic Mission Australia ha lanzado un llamamiento destacando la labor de los misioneros católicos que trabajan en el país de América Latina para tratar de superar el grave problema que afecta principalmente a los niños. Entre estos misioneros, Catholic Mission cita a fray Mauricio Careaga, que dirige un programa de alimentación para niños y jóvenes vulnerables en Yurimaguas, en la región de Loreto, en la Amazonía. El programa, ya iniciado, necesita urgentemente de fondos para ampliar y continuar salvando vidas preciosas.
El tema de la campaña, “Tuve hambre y me disteis de comer”, representa una historia de desesperación, pero también de esperanza. “Algunos de los niños que viven en estas zonas están tan desesperados que tratan en cualquier modo posible de aliviar el dolor severo que les provoca el hambre y terminan comiendo las ramas de los árboles y la basura”, dice fray Mauricio. “Me siento angustiado cada vez que no puedo ayudar a un niño con hambre, desnutrido o enfermo, pero los fondos se han terminado y sin ayuda no soy capaz de ayudar a todos”.
El Director nacional de Catholic Mission, Martin Teulan, subraya que con el 54% de la tasa de mortalidad infantil por desnutrición, la ayuda de los benefactores es fundamental para la supervivencia de estos pequeños. Sin carne, verduras, leche, muchos niños son víctimas de graves efectos de la desnutrición, que lleva al raquitismo, a un desarrollo mental limitado además de que el sistema inmunitario tan deficiente los hace aún más vulnerables a las infecciones y a las enfermedades. “Invito a todos los australianos a sostener el trabajo de fray Mauricio en Perú, de forma que todos los niños puedan tener una comida nutriente, no solo en Navidad sino también en el futuro” dice Teulan en su llamamiento. (AP) (30/10/2014 Agencia Fides)
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