La ambigüedad con la que actúa Turquía ante los avances del “yihadismo” en Irak y Siria explica los disturbios que se registran en este país (Turquía) donde las autoridades han declarado el toque de queda en cinco provincias kurdas, mientras el ejército se muestra indiferente ante el avance yihadista en la ciudad siria fronteriza de Kobani, donde vive una importante población kurda. En este contexto, el presidente Obama, tras reconocer el fracaso de los bombardeos de las zona controladas por los terroristas, admitía que no contaba con el apoyo efectivo de sus aparentes aliados, aunque trata de exculpar a la propia Turquía por ser miembro la OTAN. En cierto modo, podría decirse que la “umma” sunnita no parece muy dispuesta a enfrentarse abiertamente con otros sunnitas que, en el fondo, comparten el mismo objetivo: islamizar al mundo y radicalizar a sus propias sociedades. En todo caso, lo urgente ahora mismo es cómo atender a los refugiados. De ello se va a ocupar el importante consistorio convocado por el Papa tras el reciente encuentro en el Vaticano de representantes de la Iglesia en Oriente Medio, concluido con una declaración contundente: “No podemos callar, ni la comunidad internacional puede quedar inerte, ante la masacre de personas por su pertenencia religiosa o étnica”…
"No podemos callar"
Valentín Abelenda Carrillo
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