ROMA, 29 Feb. 16 (ACI/EWTN Noticias).- En el primer día de su testimonio en video para la investigación de la Comisión Real de Australia sobre la respuesta institucional para casos de abusos sexuales, el Cardenal George Pell dijo que a pesar de que la Iglesia ha cometido “enormes errores” en el manejo de casos de abusos, él no tuvo participación en ningún encubrimiento.
“Déjenme decir esto como una aclaración inicial: No estoy aquí para defender lo indefendible”, dijo el Cardenal Pell durante la audiencia.
La Iglesia “ha cometido enormes errores y está trabajando para remediarlos”, admitió, añadiendo que en muchos lugares, y ciertamente en Australia, la Iglesia “ha estropeado las cosas, ha decepcionado al pueblo”.
Sin embargo, también reconoció que “hay muy pocos países en el mundo que han avanzado tanto como la Iglesia Católica lo ha hecho en Australia en lo que respecta a instaurar procedimientos desde hace cerca de 20 años”.
El Cardenal Pell es miembro del Consejo de Cardenales que asesora al Papa Francisco y fue Arzobispo de las arquidiócesis australianas de Sydney y Melbourne. También es Prefecto de la recientemente creada Secretaría para la Economía que supervisa las finanzas del Vaticano.
Actualmente está testificando ante la Comisión Real de Australia sobre imputaciones que surgieron el año pasado, que acusan al Cardenal de trasladar al “conocido pedófilo” Gerald Ridsdale, de sobornar a una víctima del posteriormente destituido sacerdote, e ignorar la queja de una víctima.
Establecida en 2013, la Comisión Real está dedicada a investigar respuestas institucionales al abuso sexual infantil en Australia.
A pesar de haber testificado ante la comisión dos veces en el pasado, bajo las mismas acusaciones, el Cardenal fue nuevamente citado para regresar a Australia para declarar en diciembre. Sin embargo, el médico del Cardenal desaconsejó el largo viaje de Italia a Australia, debido a problemas de salud.
Como resultado, el Cardenal Pell voluntariamente ofreció dar su testimonio por videoconferencia desde Roma. Su propuesta de la videoconferencia fue aceptada.
La audiencia comenzó con una sesión de 4 horas realizada en la noche del 28 de febrero (hora de Roma). Se estima que se realizarán más sesiones hasta el 2 de marzo.
La audiencia se enfocó principalmente en el tiempo del Cardenal Pell como sacerdote en la ciudad de Ballarat, y cómo respondió la arquidiócesis de Melbourne a las acusaciones de abusos, incluyendo el tiempo que el Cardenal sirvió como obispo auxiliar de esa arquidiócesis.
El Cardenal Pell fue ordenado en la Diócesis de Ballarat en 1966, donde sirvió como sacerdote y luego como consultor del Obispo Ronald Mulkearns, que gobernó la diócesis de 1971 a 1997. Pell fue designado Obispo auxiliar para la Arquidiócesis de Melbourne en 1987, y fue nombrado Arzobispo en 1996.
Gail Furness, el abogado principal que asiste a la comisión, preguntó al Cardenal Pell sobre los actuales esfuerzos del Vaticano para combatir el escándalo de abuso de niños, y sobre cómo lidió con las acusaciones de abusos durante su trabajo como educador y consejero de Mons. Mulkearns.
Ahora con 85 años, el retirado Obispo Mulkearns es conocido por haber trasladado entre varias parroquias a Gerald Ridsdale, uno de los más conocidos abusadores, durante muchos años, estando completamente al tanto de los abusos del ex sacerdote.
Ridsdale es conocido por haber cometido más de 130 delitos mientras era capellán en la escuela San Alipio en Ballarat, entre las décadas de 1960 y 1980.
El propio Cardenal Pell vivió con Ridsdale en un seminario a inicios de la década de 1970, pero subrayó que en ese momento no conocía los crímenes del sacerdote.
El Cardenal expresó también su crítica por la forma en la que Mons. Mulkearns lidió con el caso de Ridsdale, diciendo que fue “una catástrofe para las víctimas y una catástrofe para la Iglesia”.
Mulkearns, dijo, “movió” a Ridsdale y le dio “oportunidad tras oportunidad tras oportunidad, lo movió alrededor, y, inicialmente al menos, confió excesivamente en los posibles beneficios de la ayuda psicológica”.
“Si se hubiera realizado una acción efectiva más temprana, una enorme cantidad de sufrimiento podría haber sido evitado”, dijo el Cardenal Pell, y señaló que en ese momento tampoco supo que Mons. Mulkearns estaba al tanto de los abusos de Ridsdale.
Adicionalmente al caso de Ridsdale, otros procesos sobre los que el Cardenal Pell fue interrogado fueron los de P. Paul David Ryan, quien en 2006 fue encarcelado por tres acusaciones de atentado contra el pudor y sobre numerosas acusaciones contra miembros de los Hermanos Cristianos, que estaban enseñando en escuelas católicas en esa época.
El Cardenal Pell reconoció que ha habido “un patrón” de movilizar a conocidos sacerdotes pedófilos, incluyendo Ryan y Ridsdale, durante el gobierno pastoral de Mulkearns, y dijo que el obispo sería un buen candidato para comparecer ante el nuevo tribunal del Vaticano en la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En junio de 2015, el Papa Francisco aprobó la creación de un tribunal especial dentro de la congregación para juzgar específicamente a obispos acusados de proteger sacerdotes que abusaron sexualmente de niños.
Cuando fue interpelado sobre la actual postura del Vaticano en términos de reportar abusos de niños, el Cardenal Pell subrayó que “la ley del país debe seguirse”.
En un comunicado publicado el 28 de febrero, el Cardenal enfatizó su apoyo al trabajo de la comisión, y dijo que estaría disponible para reunirse con los sobrevivientes de abusos que llegaron a Roma para la audiencia.
El Cardenal expresó además su esperanza de que los próximos días “eventualmente llevarán curación para todos”, y dijo que ha atado un lazo amarillo a la reja de la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes dentro de los Jardines Vaticanos, como una señal de solidaridad con la iniciativa “Loud Fence”, que fue lanzada en Ballarat para apoyar a los sobrevivientes de abusos.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 2 de junio de 2015