(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, al conocer la noticia del fallecimiento del cardenal Loris Francesco Capovilla, ha expresado su pésame, al obispo de Bérgamo, a toda la comunidad diocesana, a las hermanas que le cuidaban, a los parientes, amigos y seres queridos. Lo ha hecho a través de un telegrama enviado al obispo.
“Pienso con afecto en este querido hermano que en su larga y fecunda vida ha testimoniado con alegría el Evangelio y servido dócilmente a la Iglesia”, asegura el Pontífice. Asimismo recuerda que lo hizo primero en la diócesis de Venecia y después como gran afecto junto al papa San Juan XXIII, de cuya memoria fue “celante custodio y válido intérprete”.
Por otro lado, asegura que en su ministerio episcopal fue siempre “pastor totalmente dedicado al bien de los sacerdotes y de todos los fieles”, en el signo de una “sólida fidelidad a la brújula del Concilio Vaticano II”.
Finalmente eleva su oración al Señor, para que “por intercesión de la beata Virgen María y de San Marcos Evangelista” acoja a este “su fiel servidor en la alegría y en la paz eterna”. E imparte su bendición a los que “lloran su pérdida”.
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