LA BIOLOGIA PRIMA SOBRE LA IDEOLOGÍA.
Por Carlos Alvarez Cozzi
La cultura dominante nos quiere hacer
creer que los sexos femenino y masculino, con los que venimos a este mundo
seres humanos y animales, en verdad no
existen realmente, sino que lo que en verdad existe son los géneros, masculino,
femenino, homosexual, transexual, intersexual y un largo etcétera. El sociólogo
español José Pérez Adán llegó a ennumerar
16 variantes sexuales según lo expresan los cultores de la perspectiva de
género.
La ciencia dice otra cosa naturalmente, pero
como los defensores de la ideología de género poco les importa y muchos de los
demás no quieren ser o aparecer como “políticamente
incorrectos”, dado el entorno dominante, se pretende silenciar la verdad.
Pero como ésta es terca, siempre termina
por salir a luz. Como dice el sabio refrán, Dios perdona siempre, el hombre a
veces y la naturaleza nunca de lo que se hace en contra de ella.
Y este es precisamente el caso. Si no
adviértase lo que la ciencia sigue
constatando en forma continua:
“Muchas de estas diferencias cognitivas
aparecen muy temprano en la vida. “En bebés de 2 y 3 meses de edad -dice
Halpern- las niñas responden más fácilmente a las caras y comienzan a
hablar antes; los chicos reaccionan antes a las discrepancias
perceptivas inducidas experimentalmente en su entorno visual; ya de adultos,
las mujeres permanecen más orientadas a las caras, y los hombres a las cosas” .
“Las mujeres son dos veces más propensas
a experimentar depresión clínica y trastorno de estrés postraumático; y los
hombres están dos veces más inclinados a convertirse en alcohólicos o
drogodependientes, tienen
un 40 por ciento más probabilidades de desarrollar esquizofrenia, diez veces más
tasa de dislexia y son cuatro o cinco veces más propensos al autismo.”
“La literatura neurocientífica muestra que el cerebro humano es
un órgano de tipo sexual con diferencias anatómicas en las estructuras neurales
y con su repercusión en las funciones correspondientes”, dice Larry
Cahill, profesor de Neurobiología en la Universidad de
California en Irvine, que ha dirigido un informe especial publicado en enero de
este año en el Journal of Neuroscience Research y
dedicado a la influencia del sexo en el sistema nervioso.”
“Los estudios de imágenes cerebrales indican que estas
diferencias se extienden mucho más allá del dominio estrictamente reproductivo,
explica Cahill.”
“Así, el hipocampo de una mujer, crítico para aprender y
memorizar, es más grande que el de un hombre y funciona de manera distinta.” (https://www.actuall.com/criterio/familia/sexo-seso-ideologia-de-genero-y-evidencia-cientifica/)
Se necesitan más
evidencias de que los sexos vienen determinados por la biología, por los genes,
por los cromosomas? Es evidente que no.
Lo que sí resulta evidente es que grupos interesados
en deformar o negar directamente esa realidad, a fin de llevar “agua para su
molino”, por pura ideología, niegan la misma para instaurar en las mentes de
las personas, en las sociedades, en los países y en los organismos
internacionales, el erróneo concepto del género, que carece de toda base
científica, o mejor dicho, que es contrario a lo constatado por la ciencia, por
la biología.
Sabido es que el marxismo, al haber fracasado en su
idea de la lucha de clases en el mundo, con el alto costo de miles de millones
de víctimas a lo largo de la historia, decidió proseguir la misma batalla pero
dentro de la naturaleza de la pareja humana. Para esta ideología, no existe
armonía ni complementariedad amorosa entre los sexos sino que el hombre sería
el opresor (como antes se refería a la burguesía y a los dueños de los medios
de producción) y la mujer sería la oprimida (como son los trabajadores y
campesinos para el marxismo).
Y esto que acabo de afirmar surge de la literatura
existente y es reconocido por los propios ideólogos de género, acerca de la
matriz marxista que dicha ideología tiene. Ello explica que los grupos
radicales militantes de género sean en política, prevalentemente de izquierda,
aunque algunos también aseguran que constituyen un lobby y que mañana podrían
infiltrar el pensamiento de centro y hasta el de derecha. Y ello no está alejado
de la realidad porque esto sucede ya en
un país europeo, de primera línea, en el cual una líder política femenina
emergente de derecha y xenófoba integra el colectivo LGBTI y milita y defiende
esta ideología.
Por tanto, lo primero
que hay qua hacer en este tema es insistir con las falsedades que propalan los
defensores de esta ideología, que se da de patadas con la ciencia, partiendo de
la base que es una ideología contraria a la biología que cualquier persona
puede apreciar. Esto es, que los seres vivos son concebidos y nacen con genes,
cromosomas y por ello con sexo femenino y con sexo masculino. No negamos que
existan casos excepcionales de malformaciones o hermafroditismo, pero son la
excepción que en todo caso confirman la regla. Por eso esencialmente, el sexo
es inmutable y los llamados cambios de sexo no pasan de lo anatómico-cosmético
externo en tanto los genes y cromosomas son inmutables en cada persona.
Parece mentira que haya
que expresar esto a fin de rechazar todo tipo de falsedades y barbaridades que
conocemos están sucediendo en el mundo a nivel personal, familiar, educativo y
social, que de no ponerse fin a las mismas, lo pagarán caro las generaciones
presentes y sobre todo las futuras. Es tiempo de ser muy claros y concluyentes:
NO SE PUEDE MENTIR IMPUNEMENTE Y NEGAR
LA EXISTENCIA DE LA NATURALEZA Y DE LA BIOLOGIA, GENERADAS POR EL CREADOR Y CON
LAS CUALES NO ES CUESTION DE ESTAR DE ACUERDO O DESACUERDO SINO SIMPLEMENTE DE
RECONOCERLAS COMO TALES. Sería como ponerse a discutir las leyes físicas, como
por ejemplo la de la gravedad.
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