En un artículo publicado el 29 de diciembre en el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de Guadalajara, el P. González afirma que “cuando se acerca el fin del año, comenzamos a pensar en algunos propósitos para el siguiente. Esto está muy bien, ya que cada año es una nueva oportunidad para recomenzar, trazar nuevas metas y trabajar por nuevos sueños”.
“Muchas veces hemos hecho ciertos propósitos que muy pronto los abandonamos: dejaré de fumar, haré más deporte, bajaré de peso, correré un maratón, seré más feliz, etc.”, agrega.
Ante esta realidad, el sacerdote sugiere 4 consejos a seguir para que los buenos propósitos sí lleguen a hacerse concretos:
1.- Menos es más
“No trates de abarcar mucho porque abandonarás todo. Es importante que te plantees un objetivo que te atraiga y sea posible de realizar, ya que en ocasiones nos ponemos una lista interminable de cosas por cambiar, porque queremos ser perfectos de la noche a la mañana y esto termina siendo una carga pesada que nos mata en lugar de motivarnos”, asegura el sacerdote.
2.- Fíjate un objetivo concreto
“Sé específico en lo que quieres para que logres obtener resultados”, sugiere el presbítero.
“Por ejemplo, a veces decimos, seré el mejor papá, eso no ayuda, más bien ¿Qué me llevará a ser mejor papá? Por ejemplo, pasaré más tiempo con mi esposa y mis hijos. Sé específico y busca propósitos concretos”.
3.- Un día a la vez
“Si piensas que tu objetivo lo vas a trabajar los 365 días del año, en automático pensamos que es muchísimo, por ello hay que vivir un día a la vez. Hoy tienes la oportunidad de cambiar hábitos negativos, hoy me decido a ser más cariñoso”.
“No excedas tus propias limitaciones y vive un día a la vez, esto te ayuda a ir obteniendo resultados visibles y reales, lo cual te motivará bastante porque irás aumentando en confianza al ver resultados”, exhorta el sacerdote.
4.- Busca una red de apoyo
El P. González anima a conversar con la familia y los amigos sobre estos propósitos para que ellos también “te ayuden y te motiven. En ocasiones podemos flaquear y necesitamos de alguien que nos ayude a retomar el camino”.
“Vivir una vida sin propósitos que nos ayuden a cambiar nos lleva a vivir una vida sin esperanza. Por eso, no le tengas miedo al cambio, es importante luchar y siempre avanzar”, asegura.
“Recuerda que en la medida en que estemos cerca del Señor, Él nos ayudará a perseverar, nunca te des por vencido”, concluye.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 1 de enero de 2018
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